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Cultura

Luis Piedrahita: "El castellano es un idioma loable, lo hable quien lo hable"

Desde que su amigo Pablo Motos, presentador de El Hormiguero, le bautizara como "el rey de las cosas pequeñas", Luis Piedrahita se ha hecho acreedor de este título en televisión y ahora ha publicado un libro en el que muestra su tesis: "Las cosas pequeñas son las que hacen la vida grande". Piedrahita ha presentado su último libro, El castellano es un idioma loable, lo hable quien lo hable (Planeta), en la librería La Central, en Madrid.

Con su habitual "look" con flequillo, gafas negras de pasta y camisa impecable, el humorista estuvo arropado por Pablo Motos y Forges, el humorista gráfico del periódico El País, en la presentación de su libro. Piedrahita (La Coruña, 1977) ha dicho que ha trabajado durante cinco años en recopilar unos 500 objetos y ha elegido para este libro las cien "mejores aberraciones (del castellano) que están escritas en las etiquetas de productos".

El también colaborador de El Hormiguero ha explicado que "el primer hallazgo de letra pequeña fue con unos cacahuetes de un McDonald's que se servían para echar encima de un 'sundae' (helado). Los cacahuetes estaban dentro de una bolsa de plástico totalmente transparente, cuya etiqueta indicaba: 'Puede contener cacahuetes'". Un hecho que le sorprendió, le hizo "mucha gracia" y fue el principio de una sección en El Hormiguero, que ahora ha convertido en un libro y puede que en el futuro sirva de base a una película, ha aventurado.

Tras los cacahuetes, Piedrahita ha contado que le llamó la atención un bote de vaselina para los labios de la marca Carmex, que señalaba: "Contiene esperma de ballena". Entonces, Piedrahita ha dicho que comenzó, sobre todo, en bazares chinos, una búsqueda constante de textos surrealistas en etiquetas y prospectos, que en realidad conforman "un mundo que se escapa cada día".

Dividido en siete secciones, el libro El castellano es un idioma loable, lo hable quien lo hable tiene una portada que no deja indiferente a nadie: Luis Piedrahita luce un bigote pintado con bolígrafo. "El bigote es siempre una muestra de solemnidad, de algo serio", ha indicado el humorista, quien ha recalcado que para "hablar de algo tan loable como el castellano" necesitaba de ese toque de "solemnidad falsa".

El también ilusionista ha confesado que por su "formación de guionista" "sólo" sabe "juntar palabras", y esa es la clave de este libro: "La delgada frontera que separa la literatura surrealista y el manual de instrucciones de algunos productos". "En los bazares chinos, lo excepcional es que algo esté bien escrito", ha dicho el autor, que ha seleccionado en su libro un gran número de productos cuyas etiquetas han sido mal traducidas del inglés o del chino al castellano, como "Cuchala para helados" y "Abrelata maripoza" y un plato de un restaurante chino de "bolitas de pollas fritas".

También predominan las erratas en etiquetas: un paquete de té verde que supuestamente lleva "saliva"; un paquete de puré de patata que indica en sus instrucciones de preparación que precisa de "una cucharadita de sol" y la descripción de "un recibidor de madera con cojones de bambú", entre otras muchas sorpresas.

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