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Cultura

Benzo, mano derecha de Wert y colaborador de Calatrava, nuevo secretario de Estado de Cultura

Tal y como trascendió este jueves en la noche, Fernando Benzo asumirá el cargo como nuevo Secretario de Estado de Cultura, en sustitución de José María Lassalle, quien abandona el cargo tras una legislatura llena de polémicas y proyectos que no llegaron a buen puerto: desde la reforma de propiedad Intelectual hasta el fallo en la redacción de una Ley de Mecenazgo. 

Benzo, quien fue nombrado en 2012 como Subsecretario de Educación y Cultura y por tanto mano derecha del entonces ministro José Ignacio Wert, se convertirá en la persona en la que Íñigo Méndez de Vigo delegará los asuntos esenciales de la relación y gestión del sector Cultural, uno de los más golpeados por la crisis y las duras medidas de recortes impuestas en la primera legislatura de los populares. De momento, uno de los proyectos que más se comenta traerá bajo el brazo es la reactivación del Plan Estratégico de Tauromaquia previsto por Wert y hasta ahora aparcado. 

Es licenciado en Derecho por la Universidad Pontificia de Comillas y miembro del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado desde 1994. Está casado y es padre de tres hijos. Ha desempeñado distintas responsabilidades de gobierno a lo largo de su carrera. Formó parte del Ministerio de Justicia, como consejero de cooperación judicial internacional; ocupó diversos cargos en el Ministerio del Interior entre 1996 y 2001: Asesor del Gabinete del Ministro, Director del Gabinete del Secretario de Estado de Seguridad y Secretario General Técnico.

En 2001, pasó a ocupar el cargo de Director General de la Sociedad Estatal de Equipamientos e Instituciones Penitenciarias, al año siguiente fungió de Director Gerente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, donde permaneció hasta 2007. Tras pasar por la empresa privada, de 2009 a 2011 fue asesor del Grupo Popular en el Parlamento Europeo. Fue finalmente nombrado Subsecretario de Educación, Cultura y Deporte en enero de 2012. Ex colaborador de la oficina de Santiago Calatrava, en 2014 fue citado declarar como imputado por supuestas irregularidades en contratos relacionados con el Centro de Convenciones de Castellón.

Los retos que debe asumir Benzo 

No fueron pocos los desencuentros que tuvieron algunas instituciones con el hasta hace poco secretario de Estado de Cultura José María Lassalle: su pasividad ante recortes presupuestarios de proporciones ciclópeas –de hasta cuatro y cinco veces menos dotación-; una absoluta incomunicación entre el Ministro de Educación (especialmente con José Ignacio Wert) y Hacienda, un hecho que el sector pagó con un precio altísimo: el gravamen del 21% para el cine y el teatro; la ruptura del tejido empresarial cultural; la precarización de los empleos asociados a esas industrias.

La crisis pegó con una fuerza inusitada a un sector que no encontró en José María Lassalle un representante eficaz. Lo cual resultaba doblemente sorprendente, dada la confianza que depositó el sector en el político santanderino, sensibilizado en temas como Propiedad Intelectual y Ley de Mecenazgo.

Lassalle no sólo no impulsó las que habían sido sus promesas electorales del PP, sino que llevó a cabo versiones polémicas de algunas e ellas, como la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual e incluso aquellas que habían sido sus grandes bazas, como la Ley de Mecenazgo, que terminó malamente embutida como un injerto en la reforma fiscal impulsada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Entonces, qué urge, a qué debe ponerse cuanto antes lFernando Benzo, los siguientes asuntos. 

  • Propiedad Intelectual. La reforma de la ley que contempla y rige la protección de los derechos de Propiedad Intelectual fue polémica desde su anteproyecto. 
  • Ley de Mecenazgo. Fue el gran desaire para un sector que, una vez que había atravesado por el largo desierto de los recortes, esperaba al menos el vaso de agua de una legislación que le permitiera conseguir vías alternativas para financiarse. La Ley de Mecenazgo sin embargo no llegó siquiera a Ley, ya que quedó incluida  aquella reforma ejecutada por Montoro en el año 2014. 
  • IVA del 21%. Se trata del impuesto que grava el consumo de determinados bienes culturales y que ha desatado una verdadera guerra entre el Gobierno de Rajoy y el sector desde que en 2012 este pasara del 8% al 21%.La medida se hizo extensiva concretamente al cine y el teatro, que resintieron en taquilla el efecto que eso produjo sobre un consumo ya golpeado por la enorme crisis económica. 
  • Retomar diálogo con los sectores más castigados. Especialmente en sus últimos años, José María Lassalle adoptó una actitud pasiva con los sectores más castigados. Urge retomar una actitud más activa que recoloque la relación con el sector.
  • Reconstrucción de las áreas más afectadas. El teatro fue justamente el sector más perjudicado por el IVA del 21%  y los recortes presupuestarios (acumuló una caída de taquilla del 40% en los últimos cuatro años). Los galeristas también sufrieron los estragos de la crisis y el gravamen, eso y a pesar de la medida de aplicar el tipo reducido de IVA (10%) a la venta de obras de artistas. 

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