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Cultura

Mortier: "No estoy muerto actualmente, aunque a alguno le gustaría"

La diplomacia no es el fuerte de Gerard Mortier, quien nada más conocer su sustitución oficial al frente del Teatro Real ha emitido unas declaraciones que, lejos de conciliar, añaden más ruido a la alharaca de su salida como director artístico. Tras culminar una sesión de quimioterapia pero con espíritu "guerrero", el actual intendente del Real ha declarado a Efe que no se irá sin plantar batalla: "Tengo cáncer pero no estoy muerto, actualmente".

"Yo tengo todas las competencias, pero está claro que Recio -Miguel Angel, director del Inaem- y Lasalle -José María, secretario de Estado de Cultura- me detestan, y su deseo es que me vaya directamente. No estoy muerto actualmente, aunque a alguno le gustaría, y mi intención es presentar batalla", ha dicho. El presidente del patronato del Real, Gregorio Marañón, le ha trasladado la decisión de la Comisión Ejecutiva después de la rueda de prensa en la que han comunicado su decisión de sustituirle por Jordi Matabosch, aunque eso no significa "el despido" de Mortier, con contrato hasta 2016.

Un culebrón

La comisión ejecutiva del Teatro Real se ha puesto unánimemente de acuerdo para tomarle la palabra a Gerard Mortier -quien la semana pasada ventiló en El País el tema de su sucesión; si se elegía un sucesor fuera de su lista, se iría, dijo- y proceder a su sustitución por Joan Matabosch, actual director del Liceu, que se incorporará de forma "inmediata" a la dirección artística del coliseo madrileño, por un periodo de seis años.

Tras cuarenta y ocho horas de "mucho ruido mediático", en palabras de Gregorio Marañón, presidente del Patronato del Real, la ejecutiva del Teatro, que inicialmente tenía previsto reunirse el lunes pasado, acordó este miércoles el nombramiento de Matabosch, una decisión tomada, además de por unanimidad, "con templanza, sosiego y racionalidad". Y "con absoluta normalidad" desde la autonomía en la gestión, "sin interferencias políticas", hizo hincapié Marañón.

La semana pasada, Mortier, que ha estado cuatro años en Madrid, ndeclaraba al periódico El País que, si no se atendía su opinión y Cultura optaba por un candidato español para sucederle, él no esperaría a 2016 y se iría. Marañón calificó de equivocadas estas palabras, por "querer condicionar el proceso" de sucesión, puesto en marcha desde hace más de tres meses. "Mortier ha dejado clara cuál era su decisión, respetable, por supuesto. Deseamos formalizarla de la mejor manera posible para él", dijo.


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