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Cultura

Anatomía del desencuentro: la Cataluña que es y la España que no pudo ser

El presidente de gobierno Mariano Rajoy y el presidente de la generalitat catalana, Artus Mas.

En los últimos años ha caído de forma abrupta la satisfacción con el grado de autonomía en Cataluña. En paralelo, se ha producido un fuerte aumento de la intención de voto afirmativo en las encuestas que preguntan por un hipotético referéndum sobre la independencia de Cataluña, que desde 2012 se sitúa regularmente por encima del 50 por ciento. En Anatomía de un desencuentro, Germà Bel aborda las razones que han llevado a la actual situación de ruptura territorial —identidad nacional, relaciones fiscales con el Estado e infraestructuras, por citar las tres principales— y sobre todo da respuesta a una pregunta crucial: ¿Es este cambio en la opinión pública catalana coyuntural o ha venido para quedarse?

Para dar respuesta a estas cuestiones, el catedrático de la Universidad de Barcelona Germà Bel Diputado -diputado en el Congreso entre 2000 y 2004, y portavoz de Economía y Hacienda del Grupo Socialista desde 2001 hasta el fin de la legislatura- disecciona en este libro los problemas nucleares de la relación entre Cataluña y España. En particular la dinámica del conflicto entre grupos, sus efectos sobre las relaciones territoriales y las consecuencias que todo ello tiene en el funcionamiento del Estado. Asuntos que se proyectan sobre ámbitos de la política relacionados con el aumento del apoyo a la independencia: identidad nacional y sentido de comunidad (lengua y política educativa), razones económicas (relaciones fiscales con el Estado) y oportunidades de futuro en un mundo global (es decir, infraestructuras).

¿Ha dejado una parte importante de los catalanes de considerar la reforma de España como una opción viable para lograr un encaje aceptable de Cataluña en el marco del Estado español? La respuesta a esta pregunta es la tesis que defiende el autor, para quien la percepción de un menú limitado a dos opciones —asimilación o secesión— es la razón por la que cada vez son más los que prefieren la segunda alternativa. Según Germà, tanto la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña, emitida el 28 de junio de 2010, como la crisis económica han podido desempeñar un papel importante en el proceso político en que se encuentra Cataluña, pero no son el punto de arranque del mismo ni contribuyen decisivamente a explicar su profundidad e intensidad.

Percepción recíproca de deslealtad

Uno de los factores decisivos que apunta Germà Bel en Anatomía de un desencuentro es la desconfianza entre Cataluña y España. "La confianza es un elemento imprescindible para el funcionamiento adecuado, tanto de las relaciones entre personas como de las organizaciones; pero su estado se encontraba bajo mínimos y cayendo en las relaciones entre Cataluña y España", dice Germà Bel, quien concluye que la percepción recíproca de deslealtad y de falta de confianza es un impedimento para el diseño de proyectos de futuro compartidos; y sin éstos, no hay cohesión ni futuro en común. 

Para analizar esas cuestiones, los terrenos de análisis elegidos han sido los de la lengua y la política educativa, por su conexión directa con la identidad y las diferentes visiones de «nación» y de igualdad de derechos; el de las transferencias interregionales en España, por su directa relación con el efecto de la acción del Estado sobre el bienestar material de los ciudadanos y la equidad; y el de las infraestructuras, porque —por su gran plasticidad— puede ofrecer algunas metáforas relevantes sobre las oportunidades de futuro. Identidad y sentido de comunidad, bienestar material y equidad, y oportunidades de futuro: la agenda de problemas cruciales para cualquier comunidad.

Anatomía de un desencuentro  tiene una tesis pesimista, y así la expresa su autor

Anatomía de un desencuentro tiene una tesis pesimista y así la expresa su autor: "No existe, ni se va a generar, el nivel necesario de confianza para pensar que, si se intenta de nuevo, esta vez pueda ser diferente". En resumen, la idea central de este libro es que la principal explicación para esta dinámica es que una parte importante de la población catalana ha abandonado la visión de la reforma de España como una opción viable para lograr lo que ellos consideran un encaje aceptable de Cataluña en el marco del Estado español.

Según Germà Bel, la razón principal que explica el aumento del apoyo a la independencia en Cataluña es el fracaso de los intentos de generar un nivel suficiente de confianza que sirviese para conseguir grados aceptables y estables de cooperación dentro del Estado español, organización institucional de España. Es lo que se ha denominado en ocasiones, de forma un tanto metafórica, el problema del «encaje de Cataluña en España». Y su conclusión es: «Tal fracaso ha llevado a la mayor parte de los catalanes que habían participado activamente en este proyecto, o lo habían apoyado, a la conclusión de que el “encaje” es imposible».

Una razón que explique el aumento del independentismo
 
Para resolver la primera cuestión central -¿por qué ha aumentado tanto y tan rápidamente el apoyo a la independencia en Cataluña?- Germà Bel plantea: "El factor principal ha sido la frustración de las expectativas y esperanzas puestas en la transformación de España. Para muchos catalanes, esta experiencia se ha convertido en un encuentro fallido, en un desencuentro. Y, una vez fracasada la estrategia de reforma, las alternativas disponibles quedan reducidas a dos: la asimilación y disolución en una España uninacional, o la creación de un Estado propio. La mayoría de estos catalanes ha optado por pasar a apoyar la independencia, aunque ésta no hubiese sido su opción óptima. Cuando la voz ha fallado, la salida se convierte en el último recurso", escribe.

Se pregunta además Germà Bel, ¿esta evolución es coyuntural —pasajera—, o estructural —permanente—? "Es difícil responder con seguridad. Dicho esto, me parece muy probable que sea estructural, puesto que se ha vaciado el depósito de confianza y sin un cierto grado de confianza no veo cómo puede persuadir cualquier propuesta de persistir en el intento. Además, recordemos, hemos aprendido que ni es bueno —ni se debe— obligar a que otros cambien".

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