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Cultura

Más de 500 escritores condenan el espionaje masivo de los Gobiernos en una carta a la ONU

Paul Auster y Coetzee firman el manifiesto también.

Don DeLillo, Paul Auster y Martin Amis, entre otros, han enviado una carta a las Naciones Unidas exigiendo una declaración internacional de derechos digitales, para proteger a la sociedad de los abusos en el espionaje gubernamental revelados por Snowden; es decir, para proteger los derechos civiles en la era de Internet. Entre los escritores españoles que han participado destacan Antonio Muñoz Molina, Rosa Montero, Javier Cercas, Rafael Chirbes y Javier Marías.

"Alertamos sobre una nueva forma de represión que no consiste en que alguien llama a tu puerta y se te lleva esposado, sino en el espionaje de tu esfera más privada", señaló el escritor germano-ruso Ilija Trojanow, impulsor del manifiesto Writers Against Mass Surveillance ("Escritores contra la vigilancia masiva"). El texto está respaldado por las firmas de 560 autores de 82 países distintos, entre ellos cinco Premios Nobel de Literatura -el turco Orhan Pamuk, el sudafricano J.M. Coetzee, la austríaca Elfriede Jelinek, el alemán Günter Grass y el sueco Tomas Tranströmer-.

Los impulsores del manifiesto lograron su publicación gratuita en treinta medios de todo el mundo, como el británico The Guardian, el alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, el francés Le Monde y el español El País, pero ninguno de Estados Unidos. "Tuvimos respuestas de clara simpatía en varios medios, como el Washington Post, pero finalmente desistieron de publicarlo como artículo de opinión gratuito", indicó Janne Teller, responsable en la iniciativa de la búsqueda de apoyos en el ámbito estadounidense.

"Una persona bajo vigilancia ya no es libre; una sociedad bajo vigilancia ya no es una democracia. Para mantener cualquier validez, nuestros derechos democráticos deben aplicarse en un espacio virtual y real", añaden

"La lista de los firmantes se generó de un modo casi espontáneo, como la propia iniciativa. Empezamos mandando correos electrónicos cada uno de nosotros a nuestros contactos, editores, traductores, etcétera. Al principio fue difícil, pero a medida que lográbamos adhesiones fue tomando dinámica", indicó Isabel Cole.

Con la publicación de esa primera lista de firmantes se aspira a "romper el muro de pesimismo y resignación", en palabras de Trojanow, que ha hecho que hasta ahora la opinión pública no haya reaccionado de forma más contundente a los casos de ciberespionaje.

"Es falso que no haya apenas reacción por parte del ciudadano medio. Lo que ocurre es que la gran mayoría se siente impotente frente a ese nuevo superpoder", apuntó la escritora Eva Menasse.La aparente resignación se ha acrecentado, además, por la escasa reacción o contradicciones con que el ámbito político ha respondido al alud de revelaciones provocado por la difusión de los documentos de Snowden.

Los impulsores del manifiesto expresaron su decepción por el caso de la canciller alemana, Angela Merkel, que pese al gran revuelo causado por las filtraciones del presunto espionaje de EEUU a su móvil no ha reaccionado, a su juicio, con la contundencia precisa ante Washington.

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