Quantcast

Cultura

El museo Thyssen celebra sus 25 años con 25% menos visitantes y 10 millones acumulados de pérdidas

El museo Thyssen celebra en 2017 su 25 aniversario.

El Museo Thyssen-Bornemisza cumple 25 años en 2017. Lo hace con un 25% menos de visitantes y casi diez millones de pérdidas acumuladas en los últimos ejercicios. A pesar de eso, de los años de vacas falacas y de la lenta y difícil recuperación del sector cultural, ha quedado constituida la comisión para la celebración. La tarea, eso sí, no es sencilla. Desde el año 2013, la pinacoteca no consigue remontar las malas cifras que comenzaron en los años de la crisis, cuando la desaparición de Caja Madrid como patrocinante abrió una senda de declive. De momento, ya funciona el órgano administrativo encargado de la ejecución del programa de apoyo a la celebración del 25 aniversario, que tiene incluso previstos beneficios fiscales de hasta 90 % de la inversión.

En 2015, el Thyssen peridó 3,8% de visitantes:  966.389 visitantes. Las cuentas del ejercicio 2014 fueron malas, muy malas: 4.534.879 euros de pérdidas

En 2015, el Thyssen peridó 3,8% de visitantes:  966.389 visitantes. Las cuentas del ejercicio 2014 fueron malas, muy malas: 4.534.879 euros de pérdidas, según la Memoria de la Fundación Thyssen-Bornemisza publicada en el Boletín Oficial del Estado. Las pérdidas del ejercicio previo alcanzaron los 5.252.120 euros, una cantidad abultada y que queda levemente corregida con las cifras del ejercicio anterior, concretamente en 717.241 euros.  Según la cuenta de resultados, los ingresos de la entidad por actividad propia pasaron de 9.259.362 millones de euros a 10.456.912.  Uno de los principales motivos para el abultado saldo negativo se debió al importante descenso en el número de visitantes registrado: 944.827 personas, un descenso del 25 %  respecto a 2012, el año de su vigésimo aniversario y que celebró con exposiciones dedicadas a Edward Hopper y Antonio López, cuando alcanzó un récord de visitantes con 1.256.209 personas.

El Thyssen no fue el único museo que resintió la dureza de la crisis, pero sí uno de los que más le ha costado recuperarse. Y aunque ha intentado recuperar terreno con muestras iconicas, ha tenido dificultades para volver a ser -en términos de dinero y visitas- la institución sólida que era antes de 2008. El tema del mecenas como punto alrededor del cual gira el declive resulta más que claro, pues si algo resulta incontestable es la calidad del museo, aunque eso no necesariamente lo exima de dificultades administrativas.

Duccio, Van Eyck, Carpaccio, Lucas Cranach, Durero, Caravaggio, Rubens, Frans Hals, Van Gogh, Gauguin, Kirchner, Mondrian, Klee, Hopper, Rauschenberg... son algunos de los grandes maestros de la Historia del Arte que forman parte de ella. La Colección Thyssen-Bornemisza, adquirida por el Estado español al Barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza en 1993, se expone  en el museo de forma permanente desde su apertura en 1992. Además de ésta, se exhibe la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, propiedad de la Baronesa viuda, y en depósito en el Museo desde 2004.

La Colección Thyssen-Bornemisza, adquirida por el Estado españo en 1993, se expone  en el museo de forma permanente desde su apertura en 1992

A lo largo de esteos años ha habido no pocos reveses con la colección de Carmen Thyssen. Al pulso de la renovación de la cesión de las obras que se exhiben en el Palacio de Villahermosa, se suman los préstamos y modificaciones de una parte de su colección. En julio de 2013, y ante su necesidad de "conseguir liquidez", Carmen Thyssen vendió en una subasta celebrada en Londres, por 27,89 millones de euros, el cuadro La esclusa ("The lock") de John Constable, una de las joyas de su colección privada. Según los términos del acuerdo de préstamo, la baronesa tiene derecho a vender un 10 por ciento del valor total de la colección, fijado en 800 millones de euros, y la venta del Constable supuso menos del 5 por ciento. Sin embargo, la venta supuso polémica con otros miembros del patronato, entre ellos, Francesca Thyssen, archiduquesa de Habsburgo y la única hija del barón que es miembro del patronato del MuseoThyssen-Bornemisza. 

El 25 aniversario enfrenta no pocos retos que la institución intenta afrontar con una programación ambiciosa y que pretende  potenciar la colección permanente del museo. Una de las muestras es Obras maestras del Museo de Budapest (de febrero a mayo de 2017), a esa siguen Venecia (de junio a septiembre de 2017) y Picasso y Toulouse-Lautrec  (de octubre de 2017 a enero de 2018). El programa oficial incluirá también la restauración e investigación de las colecciones, un programa de educación que incluye visitas específicas, jornadas para especialistas y ciclos de cine, entre otras actividades

 

 

 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.