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Cultura

Reflotar la industria del cine requiere la digitalización y reinvención de las salas

Digitalizar una sala cuesta 50.000 euros.

Es uno de los formatos de entretenimiento más golpeados. Tan sólo en España ha perdido 1,8 millones de espectadores. Sin embargo, al momento de diagnosticar males y plantear soluciones no hay un acuerdo unánime. Para el presidente de la Unión Internacional de Cines (UNIC), Phil Clapp, ha afirmado que el cine y la exhibición tienen "un futuro asegurado" que pasa por reinventar su relación con el público y por una ineludible apuesta por la digitalización.

Así lo ha señalado el presidente del grupo europeo que representa a las asociaciones de empresarios y operadores de cine durante la jornada Exhibición cinematográfica en un mundo digital, que ha tenido lugar en la Filmoteca de Barcelona, donde expertos nacionales e internacionales han debatido en torno al presente y futuro de la industria cinematográfica. Según Clapp, el cine tiene un "valor social y cultural fundamental" con un "futuro esperanzador" que debe basarse en la digitalización y la reinvención de estrategias para volver a conquistar al público que acudía a las grandes pantallas.

La digitalización proporciona una flexibilidad cinematográfica que, según el experto, permite que una misma sala pequeña proyecte una gran diversidad de películas en distintas franjas horarias, aproximándose a públicos completamente distintos. Otra de las claves para atraer espectadores propuesta por Clapp es el aprovechamiento de las nuevas herramientas, como la promoción de descuentos en días determinados o la programación de sesiones especiales.

En esta misma línea también se ha pronunciado el analista y fundador de la consultora SampoMedia, Michael Gubbins, quien ha recalcado la importancia de "crear experiencias únicas" en torno al cine que ofrezcan un valor añadido a las salas. "Cuando hay una gran oferta el público tiende a buscar experiencias auténticas", ha manifestado Gubbins, quien ha puesto como ejemplo las iniciativas que se hicieron en Gran Bretaña en torno a la serie de televisión Doctor Who, las experiencias teatro-cinematográficas en cines franceses, así como la ubicación de pantallas cinematográficas al aire libre como casos de éxito que han conseguido llenar los espacios de proyección haciendo uso de la imaginación.

Esta jornada ha querido aprovechar la estela y la sinergia con la convención CineEurope, en la que han participado ambos expertos del sector, que estos días ha tenido lugar en Barcelona y que ha servido como escaparate de todas las novedades y servicios tecnológicos relacionados con la exhibición cinematográfica.

Este no es sin embargo un dato nuevo. La Federación de Cines de España (FECE) lo ha advertido anteriormente: la digitalización se ha convertido es un asunto de vida o  muerte. Tal y como publicó el periodista Carlos Prieto, pronto no habrá copias en celuloide en circulación. Sin embargo, la digitalización de un cine de cuatro salas cuesta 200.000 euros (50.000 euros por sala, tirando por lo bajo). El 20% de las salas españolas está sin digitalizar.

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