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Cultura

De 'Ben-Hur' a 'La La Land': la influencia del presupuesto en el Oscar a mejor película

El Teatro Dolby de Los Ángeles ya está preparado para acoger la 89 edición de los premios Oscar que tendrá lugar este domingo. Se trata de la primera gala que EEUU celebra bajo el mandato de Donald Trump, cuyas políticas han sido rechazadas públicamente por numerosas figuras del panorama cinematográfico americano a lo largo de los últimos meses. ¿Prevalecerá el espectáculo o la política? ¿Triunfarán los dramas humanos o un musical pondrá fin al olvido de este género en los Oscar de los últimos años? ¿Quedará zanjada la polémica sobre la falta de diversidad?

Desde 'Titanic' (1997) a 'La La Land' (2016) la merma en los presupuestos de las producciones que se disputan el premio a mejor película es evidente

Hasta ahora, todo apunta a que La La Land, la película escrita y dirigida por Damien Chazelle y protagonizada por Emma Stone y Ryan Gosling, será una de las triunfadoras de la posible noche más reivindicativa de Hollywood. El musical cuenta con 14 nominaciones, un récord solo alcanzado por Eva al desnudo en el año 1950 y Titanic en 1997. De la historia dirigida por James Cameron sobre la catástrofe a borde del lujoso transatlántico hasta la cinta sobre Mia, la aspirante a actriz torpe y enamoradiza, y Sebastian, un entregado pianista, han pasado 20 años y la merma en los presupuestos de las producciones que se disputan el premio a mejor película es más que evidente.

II Guerra Mundial

Mientras que con un coste de 300 millones de dólares el filme protagonizado por Leonardo DiCaprio, en el papel de Jack, y Kate Winslet, en el de Rose, se convirtió en el largometraje más caro que conseguía el reconocimiento a mejor película a finales de la década de los 90; este año La La Land, la que opta a más candidaturas, solo ha contado con 30 millones de dólares de presupuesto. Según un estudio de la firma Cuponation las superproducciones suelen salir victoriosas en épocas de prosperidad económica, cuando, el épocas de "vacas flacas" suelen triunfar las más modestas. De hecho, en los últimos ocho años, el coste promedio de producción de los largometrajes que obtuvieron la estatuilla fue de 21,6 millones de dólares, una cantidad similar a la empleada en producir Rebeca (1940), ¡Qué verde era mi valle! (1941) y La Señora Miniver (1942) durante la Segunda Guerra Mundial.

En la historia de los Oscar solo existen dos periodos en los que las productoras ha invertido cifras superiores los 125 millones de dólares

De acuerdo al estudio, en la historia de los Oscar solo existen dos periodos en los que las productoras ha invertido cifras superiores los 125 millones de dólares. El primero empieza con Ben-Hur en 1959, cuya producción costó 131,8 millones de dólares; sigue con Lawrence de Arabia en 1962, para la que se emplearon 120 millones de dólares y termina con My Fair Lady en 1964, una superproducción que hoy costaría 132 millones de dólares. Tres décadas después comenzaría el segundo periodo de "bonanza" en los bolsillos de Hollywood. Comienza con Forest Gump en 1994 y concluye con el lanzamiento de Infiltrados en 2006, pasando por Braveheart (1995), Titanic (1997), Gladiator (2000) y El Señor de los Anillos: el retorno del rey (2003), todas ellas con más de 100 millones de dólares de presupuesto.

Etapas de bonanza

Estas etapas de mayor derroche en el sector cinematográfico coinciden con dos grandes épocas de crecimiento económico a nivel mundial, el fin de la Segunda Guerra Mundial y la época de prosperidad que comienza en los años 90, con el fin de la Guerra Fría, y culmina con la crisis de 2007. Según el informe, un presupuesto elevado no incrementa las posibilidades de alzarse con el Oscar a en la categoría a mejor película, ya que en los últimos nueve años, la Academia no ha concedido el galardón al título con mayor presupuesto. En 2014, por ejemplo, el cine low cost consiguió arrasar en nominaciones a los oscar de 2015, ya que, entre las ocho seleccionadas, la única que superaba los 20 millones de dólares de producción fue American Sniper, de Clint Eastwood, con 55 millones de dólares. Boyhood, con 2,4 millones, y Whiplash, con 3,3, se colaron entre las finalistas de la categoría a mejor filme, premio que finalmente recayó en Birdman que costó 18 millones de dólares.

En esta edición, de acuerdo a los datos del estudio, La La Land: ciudad de las estrellas, con una producción de 30 millones de dólares; Figuras Ocultas, con 25 millones de dólares y Fences, con 24 millones de dólares, serían las mayores candidatas para alzarse con el premio por contar con un presupuesto medio. De las nueve películas nominadas, la más cara ha sido La llegada con 47 millones de dólares, eso sí, lejos de Mad Max, que el año pasado encabezaba esta lista con 150 millones. En el otro extremo, Moonlight y Fences son las producciones más modestas con un presupuesto de 5 millones de dólares. El presupuesto medio de las candidatas a mejor filme está en los 20,5 millones de dólares. ¿Cortejarán las más modestas a la Academia este año?

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