El Estado invierte 240 millones para asegurar 52 obras de Zurbarán que se expondrán en el Thyssen

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha otorgado la garantía del Estado a 52 obras para su exhibición en la sede de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza (Madrid) en la exposición 'Zurbarán: una nueva mirada' por un importe de 239.979.393,40 euros, según publica el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Las obras formarán parte de la muestra que lleva por título Zurbarán: una nueva mirada y que ofrecerá este verano, en el museo Thyssen,  un recorrido por la producción del artista extremeño desde sus primeros encargos hasta las obras claves de su periodo de madurez.

Las obras que allí se exhibirán son ejes centrales del pintor del Siglo de Oro español : lienzos inéditos o recuperados en los últimos años y que no han sido nunca expuestos en España. El Estado se compromete a indemnizar por la destrucción, pérdida, sustracción o daño de las obras que figuran en el anexo de esta orden, de acuerdo con los valores y las condiciones expresadas en la documentación que figura en el expediente.

En caso de ampliación de la exposición, la garantía del Estado podrá prorrogarse, a petición de la institución solicitante, previa conformidad expresa de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas. El acuerdo de conformidad expresará el plazo de vigencia de la Garantía y las obras a las que resulta de aplicación la prórroga.

Obras de tema mitológico y retratos completarán la amplia producción de temática religiosa a lo largo de las siete salas de la exposición, comisariada conjuntamente por Odile Delenda, Historiadora del Arte y especialista en el pintor, y Mar Borobia, Jefe de Pintura Antigua del Museo Thyssen-Bornemisza.

Coetáneo de Velázquez, la visión realista y mística de su pintura y su peculiar manera de abordar los distintos temas lo han convertido en un pintor fundamental que ha sido reconocido por las corrientes pictóricas modernas. La muestra confrontará su obra con la de sus mejores discípulos, reunidos en una de las salas, así como con la de su hijo, Juan de Zurbarán, representado por sus refinados bodegones.