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El Buscón

Las cintas grabadas de López-Negrete

Los intentos de Virginia López-Negrete para salir limpia del ‘caso Nelson’ se están complicando, precisamente, con un elemento que la abogada de Manos Limpias pensaba que iban a ayudarle: la cinta que publicó el diario El Mundo.

En la primera de esas cintas Bernad confesaba una reunión con un presunto enviado del Rey Juan Carlos, que el propio Iñigo Cotoner ha desmentido, en la que López Negrete quedaba como una heroína y el secretario de Manos Limpias como un villano.

Hay personas del sindicato que afirman que Virginia López-Negrete podría tener una amplia fonoteca y videoteca, ya que desde el primer momento en el que llegó a Madrid decía utilizar esta técnica, según llegó a confesar con desparpajo a sus compañeros.

La abogada recibía en el despacho de Manos Limpias, en la calle Ferraz, tras su aterrizaje desde Valladolid a Madrid y sus compañeros creen que parte de esa supuesta fonoteca podría proceder de las entrevistas que tenía en la sede del sindicato y de las reuniones que sostenía con el secretario general.

El jefe de Seguridad de Manos Limpias, Fernando Dalmau, hoy testigo de cargo, advirtió a Bernad en múltiples ocasiones de las presuntas “irregularidades” que la audaz abogada estaba cometiendo desde que había llegado a Madrid y actuaba como representante del sindicato en múltiples procedimientos judiciales.

También actuaba como portavoz ante los medios de comunicación donde se presentaba como directora de la Asesoría Jurídica. El que fue coordinador del sindicato, Pablo Cañete, llevó los argumentos a un escrito que entregó al secretario general. Bernad la expulsó momentáneamente pues consideró que se estaba extralimitando como representante de Manos Limpias.

Bernad durante unos meses no le cogía el teléfono y convenció a sus cercanos de que había roto totalmente con la abogada. Pero volvieron las reuniones y las comidas porque López Negrete sabía que el secretario general era persona de costumbres y frecuentaba siempre los mismos restaurantes y se presentaba a “encontrarse con él”, explican.

“Comenzó una campaña para dar lástima a Miguel, explicándole que no tenía otro trabajo, y circunstancias similares y éste la readmitió”, explicaba a este Buscón una persona que conoce las negociaciones y algunas de las interioridades del grupo.

La readmisión supuso la salida del jefe de Seguridad y del Coordinador y el principio del final del sindicato, explican personas independientes que tenían contacto con el hoy encarcelado. Pablo Cañete entregó toda la información que poseía acompañado de una explicación de la deriva que podría llegar a la organización de continuar con las prácticas de Negrete.

También abandonó el sindicato el procurador José Carlos Peñalvert que venía colaborando desinteresadamente, pese a tener mucho trabajo pues se trata de una persona con gran actividad profesional, al tener como clientes a grandes empresas hoteleras.

Los que abandonaron la organización le hicieron saber a Bernad que había que ser más rigurosos y controlar quién se le acercaba. Le recordaron que un grupo que luchaba contra la corrupción tenía que tener libro de cuentas, con entradas y salidas, un libro de actas, contabilidad, etc…. y transparencia para dar ejemplo.

También consideraban que debería ser ratificada por los órganos rectores del grupo la autorización de que López Negrete tuviera firma en una cuenta en la que llegaba dinero del sindicato. Las mismas fuentes indicaron que la cuenta que Bernad y ella abrieron en Valladolid, cerca de donde vivía la letrada, fue un acto no ratificado por los órganos rectores del sindicato.

La presunta fonoteca de la abogada parece que creció con la presencia de la letrada en el ‘Caso Noos’, tras las entrevistas que se mantuvieron con el joven Nicolás Gómez Iglesias. Algunos de los antiguos colaboradores de Manos Limpias esperan que se aclare la procedencia de la cinta donde aparece grabado el supuesto enviado de la Casa Real.

También echan en falta algún pronunciamiento oficial del Colegio de Abogados de Valladolid y del Consejo General de la Abogacía exigiendo que la letrada, colegiada en Valladolid, aclare por qué no denunció, de ser cierto, inmediatamente a la Policía o Guardia Civil la propuesta que le contó Bernad, tal y como establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

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