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El Buscón

Enfado del PP valenciano con Margallo: "que no se le ocurra venir a las Fallas"

El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, es de esos políticos con incontinencia verbal que se mete en todos los charcos y que tanto gusta a los periodistas. Lo curioso es que su estilo, campechano y espontáneo, le guste a su jefe de filas, Mariano Rajoy, siempre cauto y desconfiado y más cuando hay  micrófonos de por medio. Ya le lió una cuando dijo aquello de que Merkel "siempre llega quince minutos tarde" en vísperas de una reunión en Berlín fundamental para Moncloa. Pero hubo más, muchas más. La última ha puesto en pie de guerra al PP valenciano, que anda ahora lamiéndose las heridas de la era postcamps, con unas finanzas de la Comunidad destrozadas y el prestigio por los suelos.

Porque vale que arrecien las patadas desde fuera, pero peores son las que vienen del propio partido y más de alguien de la región, porque García Margallo es al único que pueden presentar como cuota valenciana en el Consejo de Ministros y muy de aquella manera. Las palabras de Margallo respecto a los "aeropuertos peatonales", en alusión al de Castellón, han caído como una bomba en la línea de flotación del PP regional, hasta el punto de que no han faltado las voces que pregonaban estos días "que no se le ocurra venir a las Fallas".

En Valencia se extiende la sensación de que "ahora es gratis darnos bofetadas" y, lo más curioso, es que no faltan voluntarios entre las propias filas del partido. Mucha tarea le queda por delante a Alberto Fabra, lo primero, poner la organización patas arriba en el congreso regional y los provinciales que debe celebrar en los próximos meses.

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