El número tres del PP, Carlos Floriano, le "levanta" el escaño a González Pons

A veces la disposición de los diputados en los escaños del Congreso constituye la mejor pista para conocer las cuotas de poder que maneja cada uno de los que allí se sientan. Su colocación no es baladí y atiende a criterios tanto de dirección del Grupo Parlamentario como al estatus que tienen en cada una de sus formaciones políticas. Por eso a nadie en el PP se le escapó la semana pasada cómo el nuevo vicesecretario de Organización y Electoral del partido en el Gobierno, Carlos Floriano, se ponía en una situación prevalente con respecto al que apenas una semana atrás había sido su jefe directo, el ahora responsable de Estudios y Programas, Esteban González Pons. Efectivamente, Floriano de sienta ahora justo detrás del portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, quien, a su vez, lo hace justo detrás del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Después de años de ocupar un escaño anodino en la Cámara Baja, el extremeño se ha convertido, por decisión de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en el número tres del partido, por mucho que el aludido insista en que los tres vicesecretarios, esto es, además de él y González Pons, Javier Arenas, tienen el mismo status. De hecho, el extremeño ha desarrollado en las dos últimas semanas una febril actividad con la que ha dejado claro quién es el sustituto de la secretaria general. Cospedal, que se va a reservar para los lunes, delegará en Floriano parte de su protagonismo, como si se tratara del nuevo coordinador general, y su posición en el Congreso de los Diputados no deja lugar a dudas.