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El Buscón

Zidane vuelve al Real Madrid pero ¿colocará de nuevo su dinero en Bankia?

Zinedine Zidane es la insignia a la que se aferra Florentino Pérez, como rescoldo de un pasado glorioso que no consigue que vuelva. El francés será director deportivo ahora que el ser superior ha renovado mandato, cosa inevitable porque no se ha presentado ningún candidato a las elecciones, tal como él diseñó al milímetro.

El ex jugador es una especie de adalid del juego vistoso y atacante que quiere Pérez, pero como inversor era todo lo contrario.

A mediados de la pasada década, el Real Madrid entrenaba en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, mientras terminaban las instalaciones de Valdebebas. Varios jugadores de la primera plantilla colocaron sus ahorros en un fondo de inversión de Caja Madrid, a instancias de Zizou y su representante, Alain G. Migliaccio.

El fondo se llamaba Class Caja Madrid Platinum (ya no existe) y era un garantizado que invertía en deuda alemana con una duración media de la cartera de 7 años. Estaban ahí, además de Zidane, Fernando Hierro, Roberto Carlos, (ambos con sicav, también, en Banesto o en Popular), Ronaldo; dicen que Salgado… no muchos más. Seis o siete. No es nada raro: Gerard Piqué también tiene su patrimonio en UBS. 

Oficina de Las Rozas

La captación venía a través de la oficina de Las Rozas, cuyo responsable era el hijo de un importante constructor, pero del que no diremos su nombre porque pese a estar en el cargo algo enchufadillo, hacía bien su trabajo, era buen tío y en general hablan bien de él en la entidad financiera.

Eso era vozpópuli a pie de calle en Las Rozas: “los jugadores del Madrid tienen todo el dinero en el cajamadrid de aquí; fulanito (el director) es amigo de todos; ayer mismo vimos a Salgado salir de la oficina. Dicen que se va de juerga con todos…” Eso se decía, por ejemplo, en las piscinas que tanto proliferan en dicha población residencial y lo han escuchado estos oídos que se han de comer los gusanos. 

Bueno y barato

El fondo Platinum era, por supuesto, el más barato en comisiones de toda la gama (0,10% de gestión y 0,01% de depositaría) con un importe mínimo de 30.000 euros, para que, a pesar de no ser comercializado expresamente, no lo comprara cualquiera por casualidad.

El fondo era bueno y ofreció retornos aceptables, con pocos altibajos. En sus mejores años, llegó a tener 32 millones de euros, con sólo 67 partícipes, es decir, no alcanzaba ni los 100 preceptivos.

Pero ¡ay!, la cosa se estropeó. En la matriz decidieron que la cosa era demasiado VIP como para que estuvieran en una sucursal sin más. Ordenaron entonces que esos clientes relevantes fueran pasados a la demencial Altae, esa banca privada que constituye otro perfecto ejemplo de lo que era una caja de ahorros sacando los pies del tiesto y que hubo que cerrar a toda prisa. Tal vez un día de estos contemos algunas de las tropelías que se cometieron en esa entidad ya liquidada.

Total, que empezaron con que no tenían que estar en ese fondo tan ‘cutre’ (y que tan pocos ingresos generaba para la entidad) y que a los futbolistas había que colocarles estructurados ligados a Lehman, inmobiliarias austríacas, quién sabe si preferentes…

Así que poco a poco los galácticos deshicieron la posición y se fueron con la música a otra parte, con muy buen criterio, como se ha podido ver.

Pero Caja Madrid ha sido históricamente un gran financiador del Real Madrid en los tiempos de Florentino. De hecho, no falta quien dice que el dueño real de Cristiano Ronaldo es el Banco Central Europeo (BCE). Quién sabe si ahora que Zidane puede ser incluso primer entrenador, volverá a colocar su patrimonio en Bankia. Pero eso sí, en cosas tranquilitas, ¿eh?

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