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El Buscón

¿Reducción de empresas públicas? La secretaría general de la UCCI queda vacante 17 años después

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, durante un torneo de hípica en el club de Campo.

¿No sabe qué es la UCCI? Pues seguramente algún euro de sus impuestos van a pagarla. La UCCI es la Unión de Ciudades Capitales de Iberoamérica, uno de esos organismos públicos que el Gobierno nacional del PP prometió que suprimiría para ahorrar gastos, pero que se eternizan.

La UCCI no depende del Estado ni de las Comunidades Autónomas, sino del Ayuntamiento de Madrid. Agrupa a veintinueve grandes ciudades de Iberoamérica, España (Madrid y Barcelona), Portugal y Andorra, y tiene una estructura estable, con sus reuniones, sus cumbres, sus viajes, sus cursos, sus convenios, sus subvenciones... Incluso tiene una secretaría general, ocupada hasta el momento por Mercedes de la Merced. Su fallecimiento es una fatalidad y nos sumamos al pésame a sus personas cercanas, pero a la vez pone de manifiesto el enorme número de instituciones públicas que continúan resistiendo mientras se aprieta al ciudadano.  

La Unión se fundó en octubre de 1982 a instancias del socialista Enrique Tierno Galván, y todos los alcaldes posteriores, Juan Barranco (PSOE), José María Álvarez del Manzano (PP), Alberto Ruiz Gallardón (PP) y Ana Botella (PP), la han mantenido. La UCCI recibe subvenciones del Estado, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital y, también, patrocinios de varias empresas privadas. Álvarez del Manzano nombró a De la Merced secretaria general de la UCCI en 1996, y desde entonces ésta ocupó ese cargo, que acarrea tantos viajes en primera clase.

Mercedes de la Merced, nacida en 1961 y en política profesional desde los 15 años de edad, fue uno de los jóvenes valores que se trajo José María Aznar de Valladolid a Madrid. En seguida la paseó por cantidad de puestos: concejal y primera teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Madrid, parlamentaria en el Parlamento Europeo, coordinadora de Formación del PP y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del partido. Incluso fue miembro del consejo de administración de Caja Madrid y de BFA, la matriz de Bankia; en condición de tal percibió 376.000 euros en 2011.

En el nº 22 de la revista de la UCCI, Ciudades Iberoamericanas, fechado en mayo de 2001, De la Merced escribió en el editorial los siguientes pensamientos para justificar su empleo:

“La U.C.C.I. inicia el siglo XXI manteniendo la validez de los principios fundamentales que inspiraron su fundación, hace ya diecinueve años: fomentar los vínculos, relaciones e intercambios de todo tipo entre las ciudades capitales iberoamericanas; impulsar su desarrollo armónico y equilibrado, procurando la solidaridad y cooperación entre las ciudades. Se trata, en definitiva, de buscar desde la unión de sus intereses, soluciones similares a problemas que son comunes a todas ellas.”

Pese a estar dirigida por el PP, la UCCI difunde la ideología de género del último Gobierno socialista español, con noticias, actos y convenios sobre, por ejemplo, la paridad de sexos en los cuerpos de bomberos y una gráfica sobre la división por género de los asistentes a las actividades.

¿Cuánto cuestan la UCCI y la secretaría general, cuya sede ha estado en la Gran Vía de Madrid durante años, hasta febrero pasado? La memoria de actividades no desciende a detalles tan vulgares. En la memoria de actividades de 2012, avalada por Botella, ésta da las gracias a algunos mecenas, todos españoles:

“Quiero hacer constar nuestro agradecimiento a las empresas privadas -Dragados, Mapfre, Grupo Eulen, El Corte Inglés-Fundación Ramón Areces y Acciona Infraestructuras- que en este año difícil, marcado por la crisis económica y financiera, han mantenido su apoyo a la UCCI.”

La revista de la UCCI, que da cuenta de las sin duda interesantes actividades montadas por los Ayuntamientos de Puerto Príncipe, Sucre y Andorra la Vieja, cuenta con anuncios de Mapfre, El Corte Inglés, Eulen y Dragados, todas ellas muy interesadas en la promoción del municipalismo en los Andes y el Caribe.

Habrá que ver si llega de una vez la cacareada reducción de empresas públicas o si se nombra un nuevo secretario general y a otra cosa. 

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