Los grandes empresarios se reúnen con Fernández Díaz pero solo hablan de Rato

La pasada semana se reunieron en Madrid algunos de los principales empresarios del país. Fue en el Foro Puente Aéreo que se celebró en la Casa de América de la Villa y Corte. El invitado para departir con los mandamases del Ibex 35 era el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Pero ni él ni sus palabras eran lo realmente importante. Tampoco el clásico de fútbol que se celebraba el sábado. No. Unos y otros solo hablaban de los problemas judiciales de Rodrigo Rato, según refiere a este Buscón uno de los asistentes al evento. 

Es un dato sabido e innegable que el titular de Interior no es el hombre más divertido sobre la faz de la tierra. Aunque en este caso no es culpa suya que las conversaciones versasen sobre otro tema. Y es que el caso de las tarjetas black, los gastos desmesurados del exministro o su misterioso viaje a Suiza de hace unos días son asuntos demasiado jugosos como para hablar de otra cosa. Entre los presentes en el Foro estaban, por cierto, el presidente de ACS, Florentino Pérez, el presidente de Indra, Javier Monzón, el máximo responsable de Repsol, Antonio Brufau, o el número dos de Caixabank, Antonio Massanel, entre otros muchos.  

Unos y otros escucharon respetuosamente, por supuesto, a Fernández Díaz, pero después, a la hora de los siempre jugosos corrillos, solo se hablaba de Rato. Y es que algunos comentaban que, de no ser por el caso de las tarjetas opacas, el ex del Fondo Monetario Internacional hubiera sido, sin duda alguna, uno de los invitados a este foro donde se tienden puentes entre Madrid y Barcelona. A tenor de todo lo publicado en los últimos días, parece que don Rodrigo se quedará fuera de este tipo de saraos al menos durante un tiempo. 

En esta España asfixiada por la corrupción, los tiempos cambian a velocidad de crucero y a golpe de escándalos. Y ahora, lo que es la vida, casi nadie quiere salir en la foto con el hombre que aspiraba a suceder a José María Aznar, que alcanzó fama internacional como economista, que parecía llamado a grandes misiones por el bien de la patria y que en este momento llena las conversaciones, también muchas carcajadas, de los grandes empresarios que antes le abrazaban.