Publicado: 08/10/2012 04:00
El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, sorprendió el pasado 28 de septiembre en un foro en Sevilla al tocar un tema algo tabú dentro de la compañía: los maquinistas. Gómez-Pomar habló de disfunciones internas como la “baja productividad”. "De promedio, un maquinista hace 14.000 kilómetros. O hay muchos maquinistas o se hacen demasiado pocos kilómetros". ¿Cómo le sobrevino este pronto al máximo responsable de Renfe?
Las imputaciones a los maquinistas de pertenecer a una casta privilegiada dentro de Renfe por condiciones laborales y sueldos son frecuentes. También son frecuentes las respuestas a tales acusaciones por parte de los conductores de trenes, organizados en el sindicato Semaf. Pero varios foros y blogs ferroviarios echaron chispas la semana pasada por un lance ocurrido seis días antes del desayuno en Sevilla: según informó un cable de Europa Press, un maquinista que cubría el trayecto A Coruña-Alicante a bordo de un tren Alvia se negó a continuar cuando el convoy llegó a Orense, alegando que Renfe no le había informado del itinerario completo previamente.
"Un problema laboral"
El conductor provocó un retraso de tres horas sobre la hora de llegada prevista para perjuicio de 425 viajeros. Fue sustituido por un segundo maquinista. Renfe atribuyó el arrebato a un "problema laboral" que existe la empresa, pero recordó que hay una "negociación abierta". Pero otros foros no comparten todo el diagnóstico. “Renfe Operadora no puede dar la callada por respuesta”, opina un blog. Al maquinista, a su sindicato, a la dirección de la empresa y a Fomento les puede parecer que en los tiempos que corren y con el precio que tienen los billetes, dejar tirados a 425 viajeros durante tres horas, es una anécdota sin importancia y de trascendencia puramente interna”.
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