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El Buscón

Rodríguez Zapatero ultima sus memorias y abre la veda del “tiro al pichón”

Le quedan poco más de tres meses para la presentación de su libro y juega con cierta ventaja porque cuando lo haga sabrá lo que piensan de él personas como José Bono, José María Aznar, Jordi Pujol o Alfonso Guerra. Todos ellos tienen o van a tener un hueco en el mercado de las memorias políticas y Zapatero se ha reservado la última fila para dar su versión sobre cómo se gestó la crisis en España y como la gestionó él desde el Gobierno. En el contenido del libro, que presentará en febrero, le está ayudando su primo, José Miguel Vidal, al que contrató como director adjunto del Gabinete de Presidencia cuando estuvo en La Moncloa y al que volvió a fichar como jefe de su Gabinete cuando se puso el traje de ex presidente del Gobierno y miembro del Consejo de Estado.

El caso es que las memorias de Zapatero, sin haber aparecido todavía, ya son objeto de múltiples comentarios dentro del PSOE, pues la mayoría de los sectores de este partido están convencidos de que con su publicación se abrirá la veda y comenzará “el tiro al pichón”. Hay muchos que en las filas socialistas le tienen ganas a Zapatero, pues le consideran culpable del drama que hoy aqueja al partido y, en buena medida, al país.

Su silencio, roto tímidamente el pasado fin de semana en León, ha impedido que se le critique en público durante todos estos meses, aunque intuyendo lo que se venía encima, sus fans firmaron hace ahora diez meses el manifiesto “Yo sí estuve allí” en defensa de su obra. Entre los firmantes de ese manifiesto no estaba Alfredo Pérez Rubalcaba, pero sí algunos de los que hoy ocupan responsabilidades de distinto nivel en el PSOE como Soraya Rodríguez, Inmaculada Rodríguez-Piñero o Gaspar Zarrías.

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