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El Buscón

Grafiteros encapuchados 'asaltan' el Metro para pintar un tren

“Casi siempre ocurre en fin de semana y un día vamos a tener una desgracia porque escapan por los túneles donde hay tráfico”. La frase es de uno de los directivos de Metro de Madrid alarmado por el elevado número de ataques que sufren los trenes por grupos de grafiteros que dejan sus dibujos en el exterior de los vagones durante un trayecto.

Pero este fin de semana el ataque ha superado lo conocido hasta la fecha. Un total de 14 grafiteros detuvieron a las doce y media de la noche del viernes un tren en la estación de Barajas, de la Línea 8, después de haber accionado el freno de emergencia, según informó Telemadrid.

Los ‘artistas’ llegaron a pintar un vagón por el exterior, unos cien metros cuadrados, mientras el conductor cerraba las puertas para que no accedieran de nuevo al interior. El ataque duró unos cuatro minutos, lo que les permitió decorar solo un vagón.

Alarma entre los viajeros

La empresa, como suele hacer en estos casos, retiró la unidad a los talleres para limpiar la pintura y ponerlo en servicio de forma rápida. Uno de los viajeros relató que los ruidos y el olor provocó la alarma entre los viajeros muchos de los cuales se pudieron nerviosos al no comprender lo que pasaba.

El tren no podía arrancar hasta que el conductor acudiera a poner en orden el freno de emergencia. El incidente provocó retrasos en toda la línea, pues en tren estuvo parado en la estación cerca de diez minutos.

El grupo escapó por uno de los túneles para evitar ser detenido, ya que el conductor avisó rápidamente al puesto de mando que a su vez lo hizo a los servicios de seguridad y a la Policía . Sin embargo, los agentes no lograron atrapar a los gamberros.

Los ‘pintores’ llevaban las cabezas cubiertas para evitar ser identificados por los cientos de cámaras de televisión de la red que están conectadas con el centro de mando de Metro.

Los ataques de los grafiteros al Metro tienen un coste anual de aproximadamente un millón de euros.

Fuentes de la compañía indicaron que los grafiteros llegaron a amenazar al conductor para que les dejara hacer su ‘trabajo’. Los ataques de los grafiteros al Metro tienen un coste anual de aproximadamente un millón de euros. El pasado año se produjeron un total de 793 pintadas, mientras que los servicios de seguridad impidieron que se realizaran casi mil intentos más.

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