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El Buscón

La última excursión de Díaz Ferrán: De la ópera de Verdi al calabozo de Moratalaz

De gustos refinados y afición por la buena música, Gerardo Díaz Ferrán acudió el domingo por la tarde al Teatro Real de Madrid para contemplar el estreno de Macbeth, la décima ópera de Verdi, un arquetipo de la ambición sin escrúpulos y del efecto corruptor del poder. A pocos metros del ex presidente de CEOE estaba disfrutando del mismo espectáculo el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, otro melómano declarado. A esa hora, Díaz Ferrán desconocía que pronto iba a cambiar su lujoso chalet de  Arturo Soria por los calabozos de la comisaría de Moratalaz, los que están más a mano para los policías que se ocupan de la investigación teniendo en cuenta que ni las dependencias de la Audiencia Nacional, actualmente en obras, ni las de la Unidad de Blanqueo de Capitales, reúnen las condiciones necesarias para albergar a huésped tan ilustre.

De las aficiones de Díaz Ferrán a la música son buena muestra también los equipos de música de gama alta encontrados en su domicilio por la policía. Es una afición de la que siempre ha presumido también el ex alcalde de Madrid, a quien en su día se acusó de beneficiar desde el Ayuntamiento al ex presidente de la patronal perdonando a la empresa de autobuses  turísticos que dirigía junto a su ex socio, ya fallecido, Gonzalo Pascual, más de medio millón de euros en concepto de canon. Los autocares de Madrid Visión tendrían que haber abonado casi nueve millones y medio de euros a las arcas municipales cuando finalizó la concesión, a finales de 2010, pero la Corporación gobernada entonces por Gallardón aceptó como parte del pago billetes regalo que supusieron para Díaz Ferrán un sustancioso ahorro. Pues eso, de opereta.

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