Quantcast

El Buscón

¿Cuánto descuento tenían las entradas VIP del Gran Premio de Valencia días antes de su comienzo?

El Gran Premio de Valencia de Fórmula 1 es un pequeño rescoldo de una España que agoniza, de la que la capital del Turia fue uno de los máximos exponentes. Valencia parecía dispuesta a convertirse en una California europea. Bueno, de hecho lo consiguió, ya que el estado norteamericano presentó suspensión de pagos previamente y la Generalitat valenciana ha coqueteado con esa situación.

El gran premio fue un proyecto largamente acariciado por Paco Camps y Rita Barberá y constituye un ejemplo clarísimo de lujo por encima de las posibilidades a los que tanto nos dimos en el pasado. Un viejo zorro como Bernie Ecclestone caló en el acto a estos españolitos venidos a más y les coló un montón de años de contrato.

Este acontecimiento ha sido un poco despropósito desde el principio, al menos en el capítulo económico. Nunca ha vendido el número de entradas necesario para al menos cubrir gastos. Las cifras oficiales se han guardado como oro en paño, pero han sido pírricas. Hasta hace un par de años, era la Generalitat quien pagaba la fiesta pero claro, no es casualidad que ahora se escuche que quieren alternar la celebración del Gran Premio con Barcelona, algo que parece inevitable. De hecho hay quien asegura que el año que viene sólo se correrá en Montmeló y al siguiente, salvo que cambien mucho las cosas en este país, puede que España no tenga Fórmula 1. El patrón de la F-1 no deja de cobrar sin más y suaviza lo firmado con una sonrisa compresiva. Así que todo apunta a que tiene recambios listos en ciudades con dinero del petróleo, ya sea en más emiratos, Rusia o EE UU.

Hace algo más de un mes, alguna agencia que presumía de ir de la mano de los organizadores ofrecía entradas VIP, con catering de lujo incluido y visibilidad total del circuito, por unos 1.000 euros cada una. Pero los tiempos que corren son los que son y la semana pasada, algunos receptores de estas ofertas de alto standing aseguran que volvieron a llegarles, pero a un precio inferior a los 300 euros, es decir, a precios de entrada normal más o menos, o así consta en la web oficial.

En esta ocasión se anunciaron 51.000 asistentes, y nos apostamos macetas contra fincas de regadío a que los pases de regalo fueron más que numerosos. Dicen que Ecclestone cobra un elevado canon fijo más un variable equivalente a 70.000 entradas (hay quien lo sitúa en 58.000; es el secreto mejor guardado), el resto lo ponen los promotores. No nos extraña que quieran que se alterne. 

Lo que, sin embargo, no desaparecerá nunca son los políticos a la hora de figurar, eso sí. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.