Quantcast

El Buscón

Esperanza, las zancadillas y la alcaldía: "Yo estoy muy contenta"

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre

Nada desveló ayer Mariano Rajoy sobre la candidatura a la alcaldía de Madrid. Tampoco se esperaba. Será en breve. Cospedal está en ello. Es la encargada de dilucidar el lío de Madrid y Valencia, según ha sabido este Buscón. Pero Esperanza Aguirre llegó a la reunión de la Ejecutiva del PP con el rostro sonriente y expresión muy optimista. "Estoy muy contenta", dijo a los periodistas que se concentraban ante la averiada portalada de Génova, donde hace unos días se empotró un conductor zumbado que pretendía impartir justicia desde su utilitario.

En el partido se da ya por hecho que Esperanza Aguirre encabezará la lista a la alcaldía de Madrid. A pesar de los pesares, de los navajazos y las zancadillas. Dos huesos duros de roer. Y en ello está. Muchos son los enemigos de Esperanza. Pedro Arriola, el gurú, quizás es uno de los más importantes. Capaz de cocinar las encuestas en contra de la presidenta del PP de Madrid, según deslizó ella misma. Mucho marianista también la detesta. Piensan que no es leal con el presidente y que nunca lo ha sido ni lo será. En el frente mediático tiene tantos partidarios como enemigos frontales. "El problema es que ella siempre se equivoca, nunca sabe en verdad con quién tiene que estar, hablar o de quién ha de fiarse", comentaba una veterana de los populares que conoce muy bien a la expresidenta de la Comunidad y los errores de bulto que ha cometido al acercarse a según qué periodista.

El lío de las encuestas

Esperanza estaba muy contenta, sonriente. En su línea, fue la única en espetarle a Rajoy su preocupación por las encuestas. O sea, por la de El País, que dejaba al PP en tercer lugar. El presidente deshizo el embuste. El PP va el primero, que se lo ha dicho Arriola.

Y todos tan contentos. Aguirre está a punto de superar su último escollo, ese incidente de tráfico en la Gran Vía. El fiscal insiste en que fue falta y no delito. No han sido trigo limpio todas las acusaciones de los agentes de movilidad, un cuerpo creado por Gallardón que no goza precisamente de las simpatías de los madrileños. Aguirre aparece en cabeza en las encuestas. También por ahí anda la delegada Cistina Cifuentes, cada vez más oculta y relegada. Y lo de Sáenz de Santamaría es una broma de mal gusto. Incluso hay quien ha deslizado que podría ser alcaldesa al tiempo que vicepresidenta, tal es su valía.

Pero el presidente confesó ayer que ya tiene algunas ideas, sobre las listas. Ya sabe quién irá por Madrid. Sólo lo ha desvelado en el riñón más íntimo del partido. Trajo la respuesta de sus vacaciones de Navidad. Galicia le inspira. De momento Aguirre se mostraba ayer muy contenta. A lo mejor alguien ya le ha dicho algo. Es decir, lo que todo el mundo sospecha. Que será la candidata a la alcaldía de Madrid.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.