Publicado: 23/08/2014 04:00
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, aprovecha bien los días de agosto. Sus viajes entre Madrid y Toledo son constantes por su condición de líder del PSOE y senador, a la vez que primera autoridad de Toledo. No ha parado en el mes de vacaciones. El miércoles el alcalde se bajó de un coche oficial en la calle Rosales, de Madrid, y entró en el restaurante donde comía este Buscón.
Compartió el menú del día de doce euros con otros tres amigos. Pero el teléfono no paraba y tuvo que salir en un par de ocasiones a la calle para ampliar la cobertura de su móvil. Al día siguiente de la comida se publicaron las declaraciones en las que hablaba de la "chacha de Cospedal", que no le han hecho ningún bien al edil.
En el Ayuntamiento dicen que el alcalde utiliza el coche oficial para sus desplazamientos de Toledo a Madrid por cuestiones institucionales. Pero parece que es poco edificante usar un vehículo oficial para ir a comer un 20 de agosto con tres amigos a un restaurante cerca de la calle Ferraz, sede del PSOE. No se conoce que hubiera sesión extraordinaria en el Senado.
En el PP de Toledo afirman que Emiliano García Page confunde en muchas ocasiones sus actividades de partido con las institucionales y usa los medios municipales para asuntos partidistas.
Denuncian que a pesar de que hay un conductor oficial para el primer edil, García Page tiene su propio chófer “de confianza”, que no es otro que el anterior de José Bono en la Junta de Castilla-La Mancha.
El conductor no tendría mucha dificultad en encontrar la calle Rosales, pues es en esta vía donde se le atribuyó al anterior presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, una lujosa vivienda que finalmente no ocupó.
Los populares de Toledo dicen que en ocasiones el alcalde sí utiliza un coche del partido para actos del PSOE, pero lo conduce el mismo chófer municipal al que pagan todos los toledanos, según confirma la portavoz popular, Claudia Alonso. Se quejan de que tiene 15 asesores, algo no conocido nunca en el Ayuntamiento. Reconocen que no han preguntado nunca en el Pleno en qué coche viaja a Madrid.
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