Quantcast

El Buscón

Ebro Foods, otra empresa española que se estrella en Marruecos

Marruecos lleva a los tribunales las informaciones de supuestos espionajes a españoles
El rey de Marruecos, Mohamed VI.

Mala cosa para los españoles cruzar el Estrecho de Gibraltar para establecerse en Marruecos. Ebro Foods, multinacional española dedicada a la alimentación y que se incorporó al Ibex en julio, se une a la larga lista de empresas nacionales que han comprobado que hacer negocios en Marruecos puede ser como hacerlos en Bolivia.

En la presentación de los resultados de los nueve primeros meses de 2013, Ebro Foods declara lo siguiente sobre Marruecos, que no había aparecido en las presentaciones de los resultados de 2012, 2011 y 2010: “Marruecos, que es una filial muy rentable, ha visto durante una buena parte del ejercicio cómo se deterioraba su rentabilidad por influencia de entrada de arroz de contrabando”.

¿En qué quedamos?, ¿es muy rentable pero su rentabilidad ha disminuido, por lo que ya no es tan rentable?, ¿o se trata de un uso incorrecto de los tiempos verbales: fue una filial muy rentable?

Larache

En 2001, la multinacional, entonces llamada Ebro Puleva y ya líder en el sector de la alimentación en España, inauguró en Larache la mayor fábrica de producción de arroz de Marruecos, con capacidad para producir 60 millones de arroz cáscara al año. La inversión superó los 4,2 millones de euros y al principio contrató a 70 trabajadores marroquíes. Además, Ebro firmó un acuerdo de exclusividad con la empresa local Mido Food. Todos estos planes han sido aventados por la idiosincrasia del país.

Los problemas han aumentado en los últimos años, a medida que Ebro Foods acrecentaba su porcentaje en el mercado de arroz marroquí, que ronda ya el 60%. En junio de 2012, el Gobierno marroquí desplegó 2.000 soldados para proteger la fábrica y las tierras (2.500 hectáreas) donde se planta el arroz. Los habitantes de la comarca exigían que Ebro Foods contratase a más trabajadores, se pagase más por la expropiación de tierras (que eran propiedad del Ejército Real) y, encima, se eliminasen los mosquitos atraídos por el cultivo. ¡Qué confianza en el poder de los europeos!

En los últimos meses ha aparecido el contrabando de arroz, que ha dañado las ventas de Ebro Foods. El arroz es uno de los alimentos básicos de la población de los países árabes pobres (Marruecos, Argelia, Egipto…). En estos lugares, la subida del precio del pan o de otros alimentos era la excusa para revueltas contra los Gobiernos; por eso están subvencionados. En Egipto, el Gobierno islamista prohibió en 2012 la exportación de arroz a los empresarios particulares para dedicarlo al mercado local y reducir los precios, pero sólo se consiguió la aparición de contrabando y la exportación ilegal.

En un país férreamente controlado por la policía, no deja de llamar la atención que se produzca este contrabando en una magnitud tan grande que perjudica las cuentas de la multinacional española.

¿Un recurso barato del régimen alauita de hacer que siga habiendo platos de arroz en las mesas de los pobres aunque sea a costa de los accionistas de Ebro Foods? Es llamativo que Marruecos, donde la pobreza es tan grande ha forzado a la emigración a 4,5 millones de personas, cuyas remesas (5.000 millones de euros en 2012) suponen un 7% del PIB nacional, apenas ha conocido protestas similares a las que derrocaron dictaduras en Túnez, Libia y Egipto.

Sea por la razón que como fuere, Marruecos parece un territorio comanche para los españoles. Pase que los ministros marroquíes traten de enredar a los empresarios españoles, ¿pero es aceptable que lo hagan el Gobierno español y organismos públicos como el Real Instituto Elcano?

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.