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El Buscón

Pío, pío, que Corinna no ha sido (la que se llevó la pasta del AVE)

Pues no señor, no ha sido Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de soltera Larsen, la que se ha metido pal cinto 100 millones de euros, algunos dicen que en realidad son 200, la mitad a repartir con quien usted imagina, en forma de comisión por eso que se ha dado en llamar el “contrato del siglo”, a saber, la construcción, mantenimiento y gestión del AVE entre las ciudades saudíes de Medina y La Meca, ganado en octubre de 2011 por un consorcio español encabezado por el mago Juan Miguel Villar Mir, marqués del mismo nombre y patrón de OHL.

Y menos mal que no ha sido Corinna & Co., porque la cosa empezaba a ponerse fea. En efecto, nuevos datos apuntaban cada día a que la pareja de marras se había forrado el lomo con el AVE del desierto, lo cual que en plena operación de aterrizaje de Corinna Larsen en la sociedad español mediante una agresiva campaña de imagen, y en medio de insistentes rumores sobre una inminente abdicación del Monarca, dispuesto al parecer a retirarse con su favorita y vivir tranquilo, que bien merecido lo tiene, el asunto podía convertirse en una bomba, un serio obstáculo capaz de echar por tierra esos planes. Había que acabar con el rumor a toda prisa. 

Y dicho y hecho. Ayer, el diario El Mundo, tras una “ardua labor de investigación” (sic), desveló a los españoles que quien realmente se ha llevado esa pasta no ha sido, ni mucho menos, la pareja formada por Corinna y el Rey de España, no. Resulta que ha sido una de las infinitas mujeres del antaño llamado “magnate” Adnan Khashogui, un personaje que en España (acuérdense de su empresa, Alkantara –en la que tenía como socio al INI-, que tantas armas españolas exportó por el Mediterráneo en los ochenta) lo mismo sirve para un roto que para un descosido.

La guapa moza se llama Shahpari Zanganeh y es una “empresaria iraní”, vaya por Dios, un país donde no resulta fácil hacer negocios para nadie. La información no puede ser más endeble, pero eso no importa. Lo importante es lo otro: que ha sido la Zanganeh quien se ha enriquecido con el AVE saudí. La Zanganeh pasaba por allí y resulta fácil, gratis total, endilgarle el muerto, y vaya después la zángana a reclamar al maestro armero. Un éxito de los abogados de Corinna, que en Mónaco soltaron la escasa “info” que ha servido para acicalar este bello montaje.

Tres mujeres tres juntas y revueltas

Además, parece que la dama, ciertamente imponente en sus buenos tiempos, formó parte de la expedición que, en avión de las Fuerzas Aéreas españolas, viajó el 8 de abril de 2006 –esto lo cuenta El Mundo y como tal hay que creerlo- a Riad con el lince de Miguel Ángel Moratinos (Exteriores), el experto en nada José Montilla (Industria), el Rey Juan Carlos, su esposa la Reina Sofía y su ya entonces “fraternal amistad” Corinna Larsen. Un totum revolutum de padre y muy señor mío, tres mujeres juntas y revueltas en el mismo avión, dispuestos todos a hacer lobby en Riad para que el contrato del AVE se viniera a España.

El objetivo del gran Pedro J. Ramírez –que después de tontear con la abdicación parece haberse convertido en firme defensor de que el Rey muera en la cama en su condición de tal, “como siempre han hecho los reyes”, según su carta del director de ayer domingo- no podía quedar aquí. El viaje destinado a lavar la cara del Corinna y el Monarca tenía que servir para algo más. Ha servido, en efecto, para pegarle una patada al PSOE en el culo de Julián García Valverde que, además de ser socialista, ya le vale, resulta que lideró el proyecto del AVE y algún rédito se supone que sacó del lance. “Un escándalo político que debe ser aclarado”, exclama el diario, que reclama una inmediata “explicación del Gobierno”. Mierda para el PSOE.

Por desgracia para los vendedores de tinta de calamar y suerte de la bella Zanganeh, hay demasiada gente involucrada en esa operación, durante demasiado tiempo, como para que no se termine sabiendo la verdad. Podría contarla mejor que nadie el citado Villar Mir, líder in pectore del consorcio, y un hombre que no hace una operación en el exterior sin contar con el v/b de su amigo el Rey de España, quien, en justa compensación, en febrero de 2011 (BOE del 4 de febrero), le otorgó el marquesado hereditario de Villar Mir, expidiendo la correspondiente Real Carta de Concesión por "la destacada y dilatada trayectoria de don Juan Miguel Villar Mir, al servicio de España y de la Corona”. Pues eso, también de Corinna.

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