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El Buscón

El nombre de Corinna, la amiga cinegética del Rey, ya aparece en el caso Urdangarín

Tras ganarse un hueco de honor en la lista negra de los 'amigos' de los paquidermos, Corinna zu Sayn-Wittgenstein (de soltera, Larsen), la rubia acompañante del Rey en sus andanzas por Botsuana, vuelve a aparecer en los papeles. En este caso no en los de los medios de comunicación impresos, sino en los de un sumario. ¿En cuál? Como no podía ser de otra manera, en el del caso Urdangarín, el que tiene como su más ilustre imputado al "poco ejemplar" yerno de su amigo coronado. Hasta allí ha llevado su nombre un abogado que pretende que se la llame a declarar para que la princesa de origen alemán aclare sus relaciones con el Duque de Palma, con una empresa en la que éste tiene un 0,09% de las acciones, Mixta África, y con el jeque  Al Walled Bin Tafal, un ciudadano saudí bien avenido con la familia real española al que una modelo española acusó hace algún tiempo de violación.

Es precisamente este último suceso el que ha llevado a la cinegética amiga del monarca a aparecer, aunque sea de modo testimonial, en el sumario. Porque el abogado que hace la petición es, precisamente, Max Turiel, el letrado que está intentando a toda costa que el jeque sea procesado por aquellos supuestos abusos sexuales a la joven. Como el juzgado de Ibiza que instruyó la causa cerró en su día esta posibilidad alegando falta de pruebas, el letrado pretende ahora reactivar la investigación a través del caso Urdangarín aprovechando las relaciones empresariales del 'yernísimo' con el acusado. Por ello, hace algunas semanas envió al juzgado una petición para personarse como acusación particular en el sumario.

La sorpresa entonces fue mayúscula, pero ha sido mucho mayor cuando el juez José Castro, que lo instruye, recibió el pasado 4 de junio el escrito de diez folios en el que el abogado de la joven modelo explicaba por qué quería personarse y las razones que justificaban la solicitud. Todo ello, además, redactado como una clásica obra de teatro, con su prefacio, planteamiento, nudo y desenlace "con estrambote". Tras detallar lo ocurrido con su defendida y sugerir que aquel asunto de la presunta violención se tapó por intervención real para no perjudicar la concesión del contrato del AVE en Arabia a empresas españolas, el defensor concluye solicitando que se incorporen al sumario sobre la corrupción dos cosas: un ejemplar de la revista Vanity Fair del pasado mes de junio donde se hablaba de la habilidad de Corinna para influir en negocios allí donde acompañaba a don Juan Carlos y la declaración de la propia princesa como testigo.

Para ello, pide que se la localizase, ya que su domicilio en España es "desconocido". Y añade que si para ello era necesario echar mano de las Fuerzas de Seguridad del Estado, pues nada, que se libre un oficio a la Policía ordenándoselo e, incluso, a Interpol. Para que no queden dudas que su declaración no se iba a centrar en el célebre viaje africano, Turiel detalla que su "testifical versará fundamental sobre sus relaciones de negocio con el señor Al Waleed, [la empresa] Mixta África y el señor Urdangarín". Para terminar de vencer unas más que seguras reticencias del magistrado a sus pretensiones, el letrado insiste en su escrito en que su declaración "resultará útil y esclarecedora tanto para el instructor y la Fiscalía, como para las acusaciones populares, defensas e imputados".

Sin embargo, el alarde teatral del abogado de la modelo de poco le ha servido, porque el mismo día que recibió el escrito, el juez Castro lo despachaba con un "no haber lugar" ni a la personación en la causa ni, mucho menos, a llamar a declarar a Corinna. De hecho, el magistrado asegura que no existe "conexión alguna" entre el caso que mantiene imputado al miembro de la familia real española y aquel suceso ibicenco, y que el escrito del letrado y otro que presentó en nombre de la madre son, en realidad, una suma de "argumentaciones carentes de sentido y entendimiento" y "jurídicamente aberrantes" que, incluso, "se descalifican por sí mismas". De este modo, la comparecencia de la amiga cinegética del Rey en el caso Urdangarín más que improbable ha pasado a la categoría imposible. Los' amigos' de los elefantes tendrán que seguir esperando para ver desfilar delante de un juez a Corinna, la princesa de las cacerías.

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