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El Buscón

El carnaval veneciano de la parlamentaria Beatriz Escudero a cuenta de Caja Segovia

El último viaje que la extinta Caja Segovia regaló a sus consejeros (y acompañantes) fue a la decadente Venecia. Antes fue a la Patagonia, a Budapest, a Moscú… En junio de 2008, con la crisis ya encima, la entidad capitaneada por Atilano 'Milano' Soto, alquiló un palacete veneciano para el presunto "viaje de formación" con el que ilustraba cada año a su Consejo de Administración.

Este Buscón ha podido saber que la hoy diputada popular por Segovia Beatriz Escudero, más popular si cabe desde su kafkiana defensa de la reforma del aborto en el Congreso de los Diputados, se empeñó en apuntarse al viajecito, aunque ya no era miembro del órgano que rige la entidad, al ser entonces senadora. Por tanto, ¿en calidad de qué viajó la parlamentaria a Venecia a cuenta de Caja Segovia?

Como magistrada-suplente de la Audiencia de Segovia debería saber que, según el artículo 159.2 de la LOREG, el mandato de diputados y senadores es incompatible con la función de consejero, así como la prestación de servicios en entidades de crédito o entidades que tengan un objeto fundamentalmente financiero y hagan apelación públicamente al ahorro y al crédito. 

A pesar de todo y a toda costa, Beatriz Escudero se empotró con aquel glorioso Consejo de Administración. Como compañeros de viaje tuvo, entre otros, a los representantes de CEOE y UGT, cuyos préstamos 'ventajosos' por 9 y 2,6 millones de euros respectivamente ocultó Caja Segovia a la CNMV; o al exvicepresidente socialista de Caja Segovia, Manuel Agudíez, uno de los responsables de hipotecar el Torreón de Lozoya por un pelotazo urbanístico fallido en Asturias. 

Se desconoce qué tipo de formación recibieron los consejeros, pero las fotos que han trascendido del viaje no muestran aburridas sesiones de gestión financiera, sino paseos en góndola, bailes de máscaras, relajadas poses en restaurantes, terrazas, tiendas… Todo a costa de la caja fagocitada por Bankia y posteriormente rescatada con dinero público. En una de las instantáneas aparece el exdirector general Manuel Escribano -que se prejubiló con no menos de 12 millones de euros- en una tienda de fino encaje veneciano con el exsecretario provincial de CCOO y expresidente de la Comisión de Control, Ignacio Velasco. 

Sucede que Caja Segovia no debió de declarar correctamente esos viajes anuales "de formación", ya que junto con otras "atenciones" e irregularidades motivaron una inspección y posterior liquidación tributaria por 4,6 millones de euros, según una reciente denuncia de Unión Progreso y Democracia (UPyD). Sucede que hay otra inspección tributaria en curso por los mismos conceptos, que se correspondería con los años 2007, 2008 y 2009, o sea, con los "viajes de placer" a Patagonia y Venecia, que probablemente supondrá otro cuantioso desembolso, en esta ocasión para la Bankia nacionalizada. La formación magenta prevé solicitar por escrito a la inspección que sean los consejeros (y acompañantes) que disfrutaron de esas atenciones los que paguen. De lo contrario, "seremos el resto de españoles los que soportemos el resultado de la inspección en curso".

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