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El Buscón

Obama pone en evidencia al Rey: no había tanta prisa por ir al funeral del príncipe saudí

El rey Juan Carlos, tras su apresurado viaje a Arabia Saudí.

Cualquier excusa es buena... hasta que otro te pone en evidencia. El rey Juan Carlos esgrimió su amistad con la monarquía de Arabia Saudí para tomar el domingo un avión a toda prisa y acudir al funeral del príncipe Nayif bin Abd al-Aziz Al Saud. No le importó --más bien respiró aliviado-- dejar plantado aquí a un Carlos Dívar que había hecho lo indecible para tener como despedida de su cargo al frente del CGPJ una foto con el soberano con motivo de los actos conmemorativos del Bicentenario del Tribunal Supremo del pasado lunes.

Desde la Casa Real siempre se negó que el monarca quisiera esquivar ser retratado con tan incómodo personaje, y alegó la estrecha relación de amistad de nuestro monarca con la familia reinante en ese mar de dunas y petróleo que es Arabia Saudí para explicar las prisas por poner kilómetros de por medio entre él y la sede del Supremo. Una excusa poco creible que, sin embargo, dejó de serlo totalmente el pasado martes, cuando la Casa Blanca hizo pública una nota oficial en la que dejaba claro que no había tanta prisa por cumplir en tan luctuoso acontecimiento con la poderosa monarquía saudí: su delegación oficial no se iba a desplazar hasta el país de Oriente Próximo hasta el día siguiente, cuatro más tarde que nuestro monarca.

Además, el Gobierno norteamericano dejaba claro que tampoco era necesario que fuera el propio jefe del Estado el que acudiera por muchos intereses comerciales y estratégicos que un país tenga en la zona ya que el finado no era el personaje reinante, sino el ministro del Interior, por mucho príncipe que pusiera en su tarjeta de visita. Por ello, Barack Obama no ha ido, pero no ha descuidado lo más mínimo el nivel de su delegación. Así, ésta la encabeza el secretario de Estado de Defensa, Leon E. Panetta, a quien acompañan el embajador norteamericano en Arabía Saudí, James B. Smith; el asesor de la Casa Blanca para Seguridad Interior y Contraterrorismo, John Brennan; el antecesor de éste en el cargo, Frances Fragos Townsend; el director del FBI, Robert S. Mueller; el asesor para Asuntos de Oriente Próximo, Elizabeth Jones; y el ex director de la CIA, George J. Tenet.

El Gobierno español, más pendiente de la prima de riesgo y en buscar eufemismos para no utilizar la palabra "rescate", no mandó ni a uno de esos ministros que estos días se esfuerzan por ponerse de perfil a toda costa. Y nuestro rey, que tardó poco en volver, ayer andaba viendo barcos de la Guardia Civil por nuestras tierras del sur sin el peligro de cruzarse a Carlos Dívar y tener que hacerse una foto con él. 

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