Alicia Sánchez-Camacho ve peligrar su silla por la trama de los espías

El famoso almuerzo entre Alicia Sánchez-Camacho y la ex pareja de Jordi Pujol junior en el restaurante La Camarcga, cuyo contenido grabó la agencia de detectives Método 3 aún remueve las aguas políticas catalanas. Tanto, que en el PP habla ya de un próximo relevo en la presidencia del PP de Cataluña para situar al frente a Dolors Montserrat, vicepresidenta tercera de la mesa del Congreso e hija de Dolors Montserrat, histórica del PP catalán.

Dolors Monserrat i Montserrat tiene 38 años, es licenciada en Derecho, experta en Derecho Urbanístico e Inmobiliario y goza de enorme prestigio en las filas de su formación, así como en el Congreso de los Diputados donde se incorporó en 2011, promovida por Jorge Fernández Díaz, actual ministro de Interior.

Aquella cinta maldita en la que se recogía la conversación entre Sáncez-Camacho y María Victoria Álvarez no sólo incluía determiandos pasajes que han trascendido a la opinión pública, sino que, de acuerdo con versiones de miembros del partido, también se hacían referencias nada amables hacia la figura de algunos dirigentes de la formación, incluso con detalles sobre vidas privadas y actividades polémicas.

Sánchez-Camacho, muy sólida en Cataluña tras los excelentes resultados en las últimas autonómicas, ve peligrar ahora su continuidad. Hay compañeros que le tienen ganas, seguramente por su nada disimulada ambición y su escasa mano izquierda, según comentan en los corrillos de catalanes en Madrid. Cuenta con la simpatía de Dolores Cospedal y de Jorge Moragas, pero el episodio de los espías ha resultado tan chusco, que son coincidentes las voces que susurran el malestar de Rajoy, a quien le horripilan estos asuntos.

Nada le ha favorecido tampoco el intento de zanjar la cuestión mediante un singular acuerdo con la agencia de detectives mediante el cobro de una indemnización de 80.000 euros que percibiría la dirigente popular para archivar todo el episodio. Sin embargo la Fiscalía de Barcelona se opuso a este acuerdo e hizo público un comunicado en el que se anunciaba que presentará ante el titular del juzgado de instrucción número 14 de Barcelona un escrito en el que piden que se mantenga abierta la investigación sobre el caso. Nada de echarle tierra, nada de pasar página. 

Los fiscales Ulled y Bermejo elaboraron un informe jurídico en el que propugnaban que el caso siga abierto dada la condición de senadora  y diputada en el Parlamento catalán de la protagonista objeto de la escuchas, motivo por el cual un presunto delito cometido en su contra podría tener carácter de "interés público". Los fiscales también mencionan la necesidad de averiguar quién encargó las escuchas, detalle que hasta el momento se desconoce.

En torno a Método 3 ha girado un escándalo de notables dimensiones en el panorama político catalán que ha salpicado y afectado directamente tanto al PP como a CiU y al PSC. E incluso al F.C. Barcelona. Todos espiaban a todos. Y hay demasiada información incómoda, molesta y hasta posiblemente delictiva que la clase política catalana ha optado por que permanezca inédita. Por ejemplo, José Zaragoza, uno de los hombres fuertes de los socialistas catalanes como secretario de organizacion del PSC durante años, tuvo que abandonar su puesto al verse salpicado directa y personalmente en tan singular película de espías.