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El Buscón

Alonso pasa de vivir un gran honor a sufrir un gran escrache en unos minutos

Alonso, en la tribuna haciendo el último discurso de la legislatura

"Me ha tocado en suerte tener la última intervención de la legislatura", dijo este jueves por la mañana el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, al principio de su discurso tras el cual el presidente del Congreso, Jesús Posada, declaró cerrada la actividad parlamentaria en esta X Legislatura y se dio el pistoletazo de salida para la disolución de las cortes y la convocatoria de elecciones. Alonso aprovechó la intervención para hacer campaña: "Estoy orgulloso porque se han sentado las bases para que la democracia española siga siendo una historia de desarrollo económico, progreso social y estabilidad institucional. Mi respeto personal, agradicimiento y mi deseo de que tengan la mejor de las suertes en el futuro", espetó el ministro.

Alonso contestaba así a una pregunta de la diputada popular Macarena Montesinos, la penúltima en intervenir. No tuvo una palabra, sin embargo, sobre su cartera de Sanidad, un ministerio que ha ocupado desde diciembre de 2014 sustituyendo a la 'socarrada' Ana Mato y que no ha parecido, aseguran los que han tratado con él, estar entre sus prioridades.

Sin embargo, tras abandonar el Congreso y la Carrera de San Jerónimo y cruzar los escasos metros que separan el poder legislativo del Paseo del Prado donde se sitúa su Ministerio de Sanidad, Alonso cambió la emoción por la realidad. Las felicitaciones por los insultos. Y la complacencia de una clase política encantada de haberse conocido con la realidad de los profesionales médicos, decepcionados con el ministro porque no ha cumplido, aseguran, sus promesas.

"Cómo será la cosa, que preferíamos a Mato"

Los representantes sindicales y profesionales que han tenido que lidiar con las huestes populares del PP en el Ministerio de Sanidad durante esta legislatura marcada por los recortes y crisis como la del ébola lo tienen claro: "Preferíamos a Ana Mato, que tenía una excelente capacidad de trabajo y además tenía la virtud de escuchar. Alonso, simplemente, nos ha ignorado", cuenta a este periódico uno de los representantes de las asociaciones sindicales.

Los representantes sindicales se encuentran muy enojados con el ministro después de que los convocara para una reunión el día antes de la manifestación que tenían preparada (el pasado martes) para, según aseguran, intentar que se desconvocara la reunión sin ofrecer nada a cambio. Hace unos días el ministro se libró de otro escrache cuando tuvo que suspender una visita a Murcia para marchar al País Vasco después de la minicrisis desatada por la dimisión de Arantza Quiroga.

"Sanidad ha sido su última prioridad, él es un hombre del partido que quería ser ministro de lo que fuera pero no se ha tomado en serio su función gubernativa. Ha sido un fracaso", cierran las fuentes sindicales.

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