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El Buscón

La polémica conferencia de Maestre en el Siglo XXI entre 'abucheos' y 'bufidos'

Los portavoces de C's, PP, Ahora Madrid y PSOE en el coloquio 'El Madrid del cambio' de Club Siglo XXI.

"Hoy he ido a un debate magnifico organizado por el Club Siglo XXI con las portavoces de los otros tres grupos políticos en el Ayuntamiento. Entre el público había muchos militantes o simpatizantes, sobretodo del PP; yo he ido con cuatro compañeros. Mientras los portavoces discutíamos sobre nuestras diferentes propuestas políticas, una parte del público abucheaba mis intervenciones" [sic]. Con este resumen la portavoz del Ayuntamiento Madrid, Rita Maestre, trataba de transmitir a la ciudadanía su experiencia como partícipe en el coloquio 'El Madrid del Cambio', un interesante debate que la asociación organizó en el Hotel Eurobuilding de Madrid y que contó con Begoña Villacís (Ciudadanos), Purificación Causapié (PSOE) e Íñigo Henríquez de Luna (PP) como invitados.

Y su reflexión continúa: "Gritaban 'llévatelos a tu casa' cuando he hablado de desahucios y de cómo hemos recuperado el carácter social de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo paralizando la venta de viviendas públicas a fondos buitre y presupuestando la construcción de 1000 viviendas sociales en este año 2016. Negaban con bufidos que en nuestra calles se produzcan agresiones LGTBfóbica: '¡anda yaaaaaa!'" [sic]. 

"Ojalá -deseaba una malparada Maestre tras el bochorno del Eurobuilding-, cuando terminemos el mandato de cuatro años para el que nos ha elegido la ciudadanía madrileña dejemos al menos dos legados: un debate político sosegado y sin insultos, y un Madrid más justo y más igual en su diversidad". "Nos vamos a dejar los días y la piel en conseguirlo", garantizaba a sus seguidores.

"Para nosotros ha sido un cambio, que han querido los ciudadanos, pero, sin duda, un cambio a peor para la ciudadanía de Madrid", criticaba el portavoz del PP

Lástima que este curioso Buscón, pese al frío de la noche, se encontraba por allí rondando. Si bien la portavoz del Gobierno municipal fue interrumpida en un puñado de ocasiones por los comentarios en voz alta de algún que otro asistente mosqueado con la gestión de Carmena, fue ella misma quien sacó a colación la palabra 'abucheo' antes, incluso, de ser abucheada.

Corría el minuto 18' de la mesa redonda -ya había intervenido la portavoz socialista Purificación Causapié que se fijó como reto la creación de empleo desde el Consistorio- y el popular Henríquez de Luna se encontraba en el término de su discurso, donde se despachó a gusto contra el nepotismo, los titiriteros, la paralización de grandes proyectos y demás . "Para nosotros ha sido un cambio, que han querido los ciudadanos y también el partido socialista, pero sin duda, un cambio a peor para la ciudadanía de Madrid", concluía. Tales eran las ganas con las que aplaudía el público que al moderador del debate -en esta ocasión, el periodista de El País, Vicente G. Olaya-, le solicitaron que pidiese relajar la euforia de los allí presentes. "Os rogaría que si alguien aplaude, que lo haga un segundo porque si no se alarga mucho", decía Olaya provocando las quejas de los simpatizantes del PP. "No es una guerra entre quien tiene más aplausos y quien tiene menos", advertía.

Fuera de juego

Llega el turno de Maestre, presentada como la persona "más importante institucionalmente y la más joven, curiosamente". Mientras Íñigo jugaba en casa, ella estaba fuera de juego. "Tratamos de llevar la política municipal con un grado de acuerdo mayor con el resto de los grupos", se defendía. Con respecto al ataque sobre la inexperiencia achacada a su equipo en materia de política, reconoció que era un hecho objetivo. "Son trabajadores y trabajadoras precarias, profesores universitarios, una jueza, que es nuestra jefa y la de toda la ciudad de Madrid -más tarde, un miembro del público matizaría que eran los madrileños quienes eran los jefes de Carmena-, algo que no nos parece mal porque carecemos de una parte importante de los vicios que han caracterizado al Gobierno municipal a lo largo de estos años", contestaba. 

"Veo inquietudes en el público. Si queréis las podemos dejar luego para la parte de preguntas porque no os puedo responder a los abucheos", decía Maestre

Y, sin que nadie le hubiese abucheado, con un tono pausado, una risueña Rita decide hacerse eco de algún gesto o murmullo que debió apreciar entre los ciudadanos allí sentados. "Veo inquietudes en el público. Si queréis las podemos dejar luego para la parte de preguntas porque no os puedo responder a los abucheos. Entonces es un poco más difícil", soltaba. "Aquí no te van a abuchear no te preocupes", le calmaba Paloma Segrelles hija.

Y la tensión terminó de aterrizar en el ambiente. "¿Pero qué abucheos?", "¿Pero quién le ha abucheado?", "Pero, ¿qué dice?", se preguntaban varios asistentes. Fue entonces, a partir de ese momento, cuando las interrupciones a su charla se hicieron patentes. Sin embargo, salvo en uno de los casos, -cuando Maestre reprochó a una asistente que no era gracioso reírse de las "agresiones" que se producen "a diario" en las calles de la capital por motivos de odio- la sangre no llegó al río. Si bien varios querían hacer sus apreciaciones antes de que fuese el turno destinado a preguntas, ni se le gritó ni se le insultó, al menos hasta donde la capacidad auditiva de este Buscón, potenciada por un altavoz próximo a su oreja, pudo alcanzar.

El debate dio para todo: inversión, desigualdad entre barrios, tasa de desempleo, corrupción, limpieza de las calles, contratación de personal eventual y temporal, deuda del consistorio... Sin duda, un amplio abanico de temas que los ciudadanos pusieron sobre la mesa con el ánimo de encontrar soluciones y que, por otro lado, con las reflexiones sobre los estremecedores 'abucheos' y 'bufidos' que pocos percibieron del mismo modo que Maestre, quedaron relegados a un segundo plano y, los unos por las otras, Madrid sigue sin barrer. 

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