Volkswagen ya ha contactado en España con todos los dueños de vehículos con motores manipulados

El presidente de la filial en España del Grupo Volkswagen, Francisco Pérez Botello, ha asegurado que la compañía ya ha contactado con todos los propietarios de vehículos afectados por el trucaje de motores diésel y que hay capacidad "suficiente" para hacer en 2017 los trabajos necesarios en ellos.

Todo depende de los clientes, ha precisado, ya que, según ha apuntado, muchos de ellos aprovechan las revisiones periódicas para que les reparen sus vehículos. El problema es que en algunos vehículos el mantenimiento es cada dos años, ha indicado.

Respecto a la posibilidad de que Volkswagen cambie de criterio y fije también indemnizaciones para los conductores europeos, ha dicho que mientras que las intervenciones en Estados Unidos afectan a partes importantes del vehículo, en Europa la reparación, que es gratuita, no requiere más de media hora.

Además, la legislación medioambiental norteamericana es "extraordinariamente laxa" en cuanto a emisiones de dióxido de carbono (CO2), cuando en Europa se hace más hincapié en las de NOX; y los estudios independientes que han hecho de sus vehículos han demostrado que en conducción real, no en pruebas de laboratorio, los vehículos del Grupo Volkswagen emiten igual o incluso menos que otros automóviles de su misma categoría.

El tercer argumento que ha dado para justificar que el tratamiento no sea el mismo en la UE que en EEUU es que el valor residuales de estos vehículos no ha caído tras las intervenciones realizadas en los motores.

De la actuación del Gobierno español afirma que ha sido "rigurosa" y ha explicado que el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, no ha dicho que no vaya a hacer nada más en este caso, si no que lo que ocurre es que el procedimiento penal que se sigue en la Audiencia Nacional paraliza cualquier acción administrativa.

En conjunto en España hay 680.000 vehículos de las marcas Audi, Volkswagen, Volkswagen Vehículos Comerciales y Seat afectados por el software que manipula las emisiones