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Motor

La nueva ayuda para comprar coche funciona a medio gas: sólo 13.000 reciben los 1.000 euros

La crisis económica en España, las elevada tasa de paro cercana al 30% y la falta de financiación siguen bloqueando los grandes esfuerzos del Gobierno por incentivar las ventas de coches en España. El nuevo plan de ayudas públicas al motor, que arrancó el pasado mes de febrero, está funcionando a medio gas, según analizan fuentes del sector con las cifras que maneja el IDAE, el organismo público inscrito al ministerio de Industria encargado de estudiar y validar las reservas de estas ayudas que llegan desde los concesionarios.

En concreto, sólo se han matriculado 13.000 coches con la ayuda pública en los dos meses que lleva funcionando el plan de ayuda (el PIVE-2), un dato que queda lejos de las previsiones, sobre todo por el ritmo que marcó el boom de reservas que se vivió a finales del plan anterior. 

Estos 13.000 coches representan sólo el 10% de las ventas de coches en España durante los meses de febrero y marzo. En este sentido, en estos dos primeros meses, se han consumido un 8,6% de los fondos previstos por el plan (un total de 150 millones de euros).

"Habrá plan para largo... Por lo menos hasta diciembre", prevén expertos de MSI

Otro dato: de momento, hay 43.000 reservas, un dato que de seguir a este ritmo (21.500 por mes), las reservas se deberían de agotar en agosto. "Pero no será así. Pensamos que habrá plan para largo... por lo menos hasta diciembre", dicen fuentes consultadas por MSI.

Fuente: Club de previsión de Demanda (MSI), con datos de IDAE. 

Cierto es que el PIVE-2 no sufre los problemas del primer plan (el PIVE), que arrancó el pasado mes de octubre. La burocracia y las dificultades de los concesionarios para tramitar la documentación ralentizaron el proceso al principio. En el primer mes, sólo 100 coches en toda España consiguieron matricularse con la ayuda pública de los 1.000 euros. Pero una vez superado estos comienzos, las ayudas públicas tomaron una velocidad de crucero, hasta el punto de que las 75.000 reservas reservas realizadas desde los concesionarios del primer plan PIVE se agotaron el pasado 10 de enero, es decir, en los tres primeros meses del plan (aunque las ayudas se siguen otorgando).

En este sentido, se ratifica que ante la incertidumbre de si el Gobierno pondría en marcha o no una segunda fase de ayuda aceleraron las reservas, sobre todo, con las declaraciones públicas que venía haciendo el ministro de Industria, José Manuel Soria, en ese momento en esta línea. Los consumidores y los propios concesionarios (que también optaban a ella para sus operaciones especiales de kilómetro cero, coche de cortesía, etc.) se aseguraron de golpe la ayuda pública. 

Una vez agotadas las reservas, el sector instó a Industria la prolongación del PIVE con un aumento de recursos y en menos de un mes, el Gobierno dio luz verde a la prolongación del plan con el  doble de recursos y el doble de tiempo (150 millones y durante un año). Ambos, más recursos y más tiempo, unido a la caída de las ventas, harán que tengamos plan para todo el 2013. 

Las ayudas para comprar furgonetas patinan

El plan de incentivo de la compra de furgonetas y vehículos comerciales (38 millones de euros), que el Gobierno incluyó como novedad junto al mencionado plan PIVE-2, "no está funcionando", según explican fuentes de MSI basándose en la informacion cotejada con los concesionarios. 

"La ayuda para comprar furgonetas no funciona. Como el plan de las motos de 2009. A las marcas no les interesa apoyarlo con campañas. Es un tema de volumen"

"Es un tema de volumen. Las furgonetas tienen un peso muy reducido comparado con los turismos y, como resultado, las marcas de coches prefieren destinar sus recursos economicos, cada vez más escasos, en hacer fuertes campañas de marketing para vender coches, y no furgonetas", dicen fuentes del mercado.  

En 2012, las matriculaciones de furgonetas y picks up matriculadas se desplomaron un 27%, hasta 47.230 unidades. 

Este posible fracaso del plan (llamado técnicamente PIMA-AIRE) recuerda bastante al plan del Gobierno para estimular las ventas de motos en 2009. "Tampoco funcionó", concluyen en MSI. 

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