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La resurreción cultural de los viejos edificios de Madrid

Escalero principal del Palacio de Linares. Actual Casa de América.

Madrid es todo y es nada. Es un collage de estilos arquitectónicos. Unas veces Picasso, otras Antonio López. Madrid es casa y también exilio. Es una ciudad construida por aromas, sonidos y rincones que conserva edificios inalterables al tiempo. Por suerte, muchas de sus construcciones, en lugar de ser víctimas de la piqueta o del abandono absoluto, han tenido la fortuna de caer en manos que han apostado por su rehabilitación para convertirlas en espacios museísticos y culturales. 

Y es que, en Madrid, quien quiere, puede aprovechar la segunda vida que se le ha dado a sus edificios emblemáticos. El Palacio Real, la Casa de Lope de Vega, la Tabacalera o el Matadero son algunos de ellos. Tal vez el ejemplo más destacado -por su belleza y misterios- sea el Palacio de Linares. O actual Casa de América.

Escalera principal del Palacio de Linares

Son varias las leyendas y misterios que deambulan por este espacio. Exquisito, repulido y distinto, el lugar tiene una arquitectura regia y limpia. Por dentro, sus lámparas y bronces parisinos, sus cristales de Amberes y sus alfombras traídas de la Real Fábrica de Tapices invitan al visitante a quedarse ensimismado. La pócima de su encanto la completa una selecta colección de pinturas de artistas como Francisco Pradilla, Manuel Domínguez y Alejandro Ferrant, entre otros.

Ante tal belleza y espectáculo cultural, Andrés García, responsable de la empresa 'Estandarte, eventos y promoción cultural' ha querido colaborar al aprovechamiento de este espacio. Por eso, junto a un grupo de actores y actrices, prepara visitas guiadas y teatralizadas el primer sábado de cada mes. De esta manera, un grupo limitado de personas puede recorrer todos los rincones de Palacio para conocer, a modo de viaje en el tiempo, lo oculto de lo que en su día fue la residencia de los Marqueses de Linares. 

Visita guiada. Interior del Palacio de Linares

Andrés García explica a Vozpópuli que el servicio palaciego, capitaneado por un un ama de llaves, un misterioso mayordomo y un marqués acompañan a los visitantes por las estancias de palacio y hacen pasar una noche mágica a quien se atreve a entrar. Además, el recorrido incluye juegos, sorpresas e inquietantes experiencias ambientadas en el siglo XIX.

Andrés García reconoce que hay mucha competencia en el aprovechamiento de estos espacios. Pero a pesar de todo, en su empresa saben que el desarrollo de estas actividades "es una apuesta a largo plazo". Tal vez por eso, su proyecto sigue siendo un éxito. Al menos así lo refleja la demanda de entradas que tienen todos los meses. "Se agotan al poco tiempo de ponerlas a la venta", añade. 

Un grupo de actores se preparada para la visita guiada en el Museo del Ferrocarril

Esta misma empresa, Estandarte, explota también los recursos históricos y culturales que ofrece El Museo del Ferrocarril. Del mismo modo que en el Palacio de Linares, varios personajes de otra época ejercen de anfitriones para todo aquel que quiere conocer la antigua estación de Delicias de una forma diferente. 

Viejos espacios, nuevos museos 

Otro de los espacios que Madrid ha sabido reconvertir es el Museo Lázaro Galdiano. Este palacete de principios del siglo XX guarda la colección privada más importante con que cuenta la capital: 12.500 obras de arte y 20.000 libros y manuscritos que fueron reunidos por el editor y millonario José Lázaro Galdiano, en sus viajes por Europa y Estados Unidos. La singularidad de la construcción y la riqueza de una colección, que su fundador legó a su muerte al Estado español, obligan al visitante a repartir su atención entre el continente y el contenido.

Interior del Museo Lázaro Galdiano

Matadero Madrid es otro de los focos culturales más activos de la capial. Lo que en su día fue el Matadero Municipal de Legazpi y Arganzuela, hoy es un espacio de intercambio de ideas y creación cultural. Las artes visuales y escénicas, la literatura y lectura, la música, el cine, el diseño,el teatro, la moda y la arquitectura son algunas de las disciplinas que han encontrado su espacio en Matadero. Según las cifras ofrecidas por el centro, cada año se celebran casi 2.500 actividades y pasan más de medio millón de personas. Además, su arquitectura neomudéjar ha sido escenario de películas, conciertos de pop, rock y música clásica, exposiciones o representaciones teatrales.

Aprovechamiento de fábricas 

CaixaFórum es otros de los espacios mejor 'reutilizados' de Madrid. Este centro cultural ocupa el lugar de la antigua Central Eléctrica del Mediodía. Durante años fue un edificio abandonado y aprisionado entre todos los edificios. Hoy en día ofrece numerosas exposiciones temporales y talleres culturales.

Exterior de Caixa Fórum

En esta línea, La Tabacalera es también un ejemplo de reconversión.  El edificio de la antigua Fábrica de Tabacos de Embajadores se desocupó de forma definitiva en el año 2000, pero durante los años siguientes se sucedieron luchas y problemas legales para abrirlo. Como consecuencia, el edificio estuvo sometido a un proceso de deterioro y abandono hasta hace poco tiempo. Tras años de litigios legales, La Tabacalera funciona ahora como Centro Social Autogestionado. En su interior bulle la cultura contemporánea en forma de  exposiciones de fotografía, vídeo, pintura y escultura. También acoge representaciones de teatro y danza, recitales de poesía y música, charlas o talleres. Además, en esta antigua fábrica, cualquier particular puede solicitar el uso de un espacio para llevar a cabo un proyecto sin ánimo de lucro. 

Diferente, pero igual de especial, es la Casa Museo de Lope de Vega. En 1935, cuando se cumplían trescientos años de la muerte del poeta y dramaturgo, el edificio se declaró monumento y se inauguró como museo. Además, ofrece al visitante actividades a lo largo de todo el año. El teatro es una de las iniciativas con mayor acogida en este museo. En este sentido, y con la colaboración de la compañía teatral Lear Producciones, la casa de Lope de Vega ofrece puntualmente el ya conocido como 'Teatreo', espectáculos basados en la obra de Lope y en su vida, y las Rutas teatralizadas  'Letras y Espadas', visitas dinamizadas por el Barrio de las Letras.

Espectáculo teatral en la Casa Museo Lope de Vega
Tal vez por todo esto el encanto de Madrid es un misterio sin resolver. En esta villa eterna la eternidad puede sobornarse. Es una Historia hecha ciudad que permite viajar de siglo en siglo. Leyenda que cambia y camina con nosotros. Poesía. Rincones con bocas sonrientes y ojos tímidos. Una especie de musa que sigue inspirando a Bécquer.

Una reliquia de rastro. Un teatro sin aforo. Un transbordo. Una historia que contar. Una obra de arte. Una estrella. La eternidad. Una palabra: Madrid.    

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