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Mémesis

Los carroñeros de Tinder e Instagram

Los carroñeros de Tinder e Instagram

A Tyrrex le queda un mes para cumplir los 19 y es virgen, tiene las hormonas por las nubes y unas ganas inmensas de acabar con lo que él considera un problema. Tyrrex es Forocochero medio, hombre joven que se cree el centro del mundo y con la necesidad de compartir sus problemas de 'acné neuronal' en la red.

Tyrrex decide organizar una desafío personal. Acabar con su virginidad antes de cumplir los 19 o irse de putas para lograrlo. "No he estado desesperado como para meterla en cualquier putuca que pasara por delante", dice orgulloso en el texto de su reto. Y para ello va a retransmitir todo el proceso a una comunidad de casi un millón de usuarios cómo Forocoches.

El desafío de Tyrrex

Tyrrex considera a la mujer un mero objeto para lograr su fin. Es un hijo modélico de la sociedad patriarcal. "Mi tiempo lo he dedicado a los colegas, a los videojuegos, a tocar el piano y a los estudios antes que salir de caza a las discotecas". Sus principios son los del perfecto macho ibérico en busca de una presa que cree inferior: la mujer. Perder su virginidad y ser el rey Forocochero por un día como ceremonia ritual de la jauría semental es el rito de iniciación perfecto para perfilar su virilidad.

Su desafío está cuidadosamente planificado. Tyrrex irá documentando sus 'matches' en Tinder para que los verracos rían sus gracias en Forocoches. Para ello no tendrá problema en capturar fotos de su presas, diálogos en audio, conversaciones privadas e incluso imágenes íntimas y publicarlas en el sanedrín de Forocoches. Los gorilas juzgan, hormonan, se tocan y aplauden.

Uno de los 'trofeos' de Tyrrex

Tyrrex habla de hembras, no de mujeres. Habla de 'listón' como un mínimo exigible para poder calificar en su concurso. En ningún momento plantea una relación normal sino estrictamente un desafío público sexual que, por supuesto, no comunica nunca a la otra parte.

Pero nuestro protagonista comete un error de bulto. Tyrexx minimiza la sororidad en la red (no creo ni que sepa lo que significa). Al hacer público su desafío no tienen en cuenta que las mujeres también van a escrutarlo. En realidad Tyrexx no sabe que hay mujeres más listas que él, es parte de su menosprecio tan arraigado.

Conversación privada. (nombre censurado por nosotros)

Una espectadora descubre el bochornoso hilo y decide que hay que actuar. Alguien busca en Tinder a las chicas del reto para avisarlas, demostrando que los datos compartidos por Tyrrex eran demasiados. Y lo consigue. Con las capturas y los apodos publicados por el personajillo localiza a una de las mujeres utilizadas en el reto. Y esta decide vengarse publicando el material íntimo que Tyrrex también había compartido con ella. Nuestro protagonista es cazado infraganti y huye con el rabo entre las piernas. Borra todos los hilos y desaparece. Virgen y humillado.

Final inesperado

Esta historia absolutamente real ha pasado y terminado hace un par de días en Forocoches, y no es una excepción. En varios años de experiencia me he encontrado con muchísimos hombres que utilizan la interseccionalidad de redes sociales para humillar anónimamente a mujeres dejando un rastro peligroso para ellas. Sacar material de un lado (ya sea público o privado) para reírse en otro mientras denigras es parte de este ritual de cortejo juvenil de moda en redes. Desgraciadamente pasa en la calle, en los bares, en la discoteca,... ahora pasa en Internet pero dejando una huella pública ponzoñosa.

El carroñero de Tinder usa la 'carne' para jugar a ser en el macho Alfa en su red preferida. El carroñero es cobarde y jamás comentará en la red original. Saca la 'carne' de allí para ridiculizarla y presumir en sus redes. Ponerle precio, juzgarla o hacer un meme público. Cuando termina el concurso o la gracia deja el material abandonado a su suerte.

https://twitter.com/MoiraaPls/status/866036946610663424

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Instagram y Tinder tiene su propio buscador, bastante limitado a la aplicación. Google indexa dificultosamente el contenido de Instagram y nada de Tinder. Cuando alguien saca material de esas redes para publicar y ridiculizarlo en foros o Webs, las arañas de Google sí que lo indexan, acompañados por los comentarios que haga un tercero. Así, sin quererlo ni buscarlo, puedes encontrar tu foto de la playa al buscar 'tetona +playa +Instagram' o 'sexy en Instagram' o a cualquier frase desagradable que se asocie a tu nick de Tinder o a una foto o captura que alguien publique en otra plataforma sin que la autora original haya autorizado la práctica. Miles de hombres están jugando a coleccionar chicas de Tinder o Instagram fuera de la plataforma original.

El carroñero es cobarde y jamás comentará en la red original. Saca la 'carne' de allí para ridiculizarla y presumir en sus redes personales

En Forocoches abundan los hilos o manuales para 'cazar' con éxito en estas redes: "Cómo progresar en Tinder Vol.II - HILO OFICIAL", "Os enseño a ligar por Instagram". Todos ellos robando material de allí que acaba de forma abierta en Google. Manuales adolescentes solo para hombres con técnicas de ligoteo que no hacen sino perpetuar y demostrar que el germen del sexismo tiene cuerda para rato. De estos barros, futuros lodos.

Campaña de respeto

No solo eso, centenares de hilos en Forocoches han convertido la encuesta pública al cuerpo femenino en una tradición respetada en el foro más grande de España. A la pregunta de ¿Oslafo? se publican fotos de mujeres anónimas sacadas de otras redes para llenarlas de improperios, insultos y zafiedades de zoológico... Todo ello queda registrado en Google, muchos de los post son abiertos.

Estas práctica tienen un problema añadido amén de la mercantilización del cuerpo femenino. Mujeres que acaban renunciando a utilizar libremente las redes sociales por temor a que sus contenidos acabe en el compendio de un grupo de pajeros. El asco que da saberse carne para esta jauría impide ejercer un derecho a publicar lo que a uno le venga en gana a riesgo de aparecer en el buscador de Google.

Criminalizar y responsabilizar la forma en que cada mujer decide hacerse fotos para evitar que estas cosas pasen también es un síntoma de que los carroñeros de Tinder e Instagram están ganando este asqueroso juego.

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