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Ciencia

Una explicación para la menopausia de las orcas

La menopausia de las orcas, las ballenas piloto y los seres humanos sigue siendo un misterio para la biología. En el resto de las especies la evolución se muestra implacable: cuando dejas de tener capacidad reproductiva la naturaleza sencillamente te borra del mapa. En nuestro caso, y el de los otros dos cetáceos, se da la circunstancia de que somos animales grupales y que la existencia de "abuelas" proporciona un cuidado extra a las crías y mejora la supervivencia del grupo. Pero esta explicación es insuficiente.

En un trabajo publicado en la revista Current Biology, Darren Croft y un equipo internacional de investigadores aseguran haber encontrado pruebas definitivas que respaldan la llamada "hipótesis del conflicto reproductivo" y apuntan a la competencia entre jóvenes y adultos como la última causa. De acuerdo con estos datos, cuando las hembras más viejas se reproducen al mismo tiempo que sus hijas más jóvenes sus crías tienen muchas menos probabilidades de sobrevivir. Y ese factor marca la diferencia.

Los autores han analizado los datos demográficos de las orcas tomados durante 43 años en el Noroeste del Pacífico

"Nuestros trabajos anteriores explicaban cómo las hembras más viejas ayudaban, pero no por qué dejaban de reproducirse", explica Croft. "Las hembras de muchas especies ejercen de líderes en sus últimos años, pero siguen reproduciéndose. Muestro trabajo aporta un mecanismo que puede explicar por qué las hembras más viejas dejan de reproducirse: pierden en la competición reproductiva con sus hijas".

En el caso concreto de las orcas, las hembras se suelen empezar a reproducir a la edad de 15 años y dejan de hacerlo hacia los 30 o 40, a pesar de que pueden llegar hasta los 90. Lo que mostraban los trabajos anteriores era que las hembras más veteranas ejercen una labor de liderazgo que beneficia al grupo. Pero ayudar a los más jóvenes y las hembras de su familia no parecía explicar del todo por qué dejaban de tener crías ellas mismas. Tratando de explicar esta situación evolutivamente en los humanos Mike Cant, de la Universidad de Exeter, y Rufus Johnstone, de la Universidad de Cambridge, propusieron que el conflicto entre generaciones podía ser la causa. Las hembras más jóvenes invierten más energía y recursos en sacar adelante a sus crías y las más mayores tienen otras obligaciones que les hacen más difícil la tarea.

Para ver si esta hipótesis funcionaba con las orcas, los autores han tomado los datos demográficos de 43 años de estudio de estos cetáceos en el Noroeste del Pacífico y han encontrado que, estadísticamente, cuando madres e hijas crían a la vez, las orcas nacidas de los ejemplares más viejos tienen 1,7 más posibilidades de morir que las hijas de las jóvenes. Este desequilibrio entren generaciones se traduce en que cuando jóvenes y mayores crían a la vez la selección favorece a las más jóvenes porque invierten más en la competición, concluyen los investigadores. De tal manera, argumentan, que es mejor para las hembras más maduras competir menos y colaborar más.

Las orcas nacidas de los ejemplares más viejos tienen 1,7 más posibilidades de morir que las hijas de las jóvenes

En definitiva, concluyen los autores, "la menopausia no es un accidente", sino que ha evolucionado como rasgo dirigido por la cooperación y el conflicto en los grupos familiares.  "Queremos entender cómo las hembras viejas y jóvenes se comportan de maneras que pueden afectar a la supervivencia de sus crías", asegura Croft. "Por ejemplo, ¿qué individuos comparten comida y cuándo la comparten? ¿Quién cuida a las crías? Obteniendo una visión global seremos capaces de transformar nuestro entendimiento sobre las vidas de estos asombrosos animales".

Referencia: Reproductive Conflict and the Evolution of Menopause in Killer Whales (Current Biology) DOI: 10.1016/j.cub.2016.12.015

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