Quantcast

Ciencia

Sale del estado vegetativo 15 años después por neuroestimulación

Un paciente que quedó en estado vegetativo tras un accidente de coche hace 15 años ha recuperado un estado de consciencia mínima gracias a la implantación de un estimulado del nervio vago. Su caso se detalla en un artículo publicado esta semana en la revista Current Biology, cuyo resultado desafía la creencia generalizada de que cuando este estado se prorroga más allá de 12 meses se pueden considerar irreversible.

“Es posible mejorar la presencia del paciente en el mundo”, explica Angela Sirigu, quien ha liderado el estudio junto al equipo de Jacques Luauté en la parte clínica. Lo que han hecho es utilizar una técnica que ya se emplea en casos de epilepsia y depresión y que consiste en implantar un estimulador en el pecho del paciente conectado al nervio vago. Este nervio conecta el cerebro a muchas otras partes del cuerpo, como el intestino, y es esencial para funciones tan importantes como despertarse o estar en alerta. Para probar su utilidad, los autores seleccionaron un caso extremo en el que la mejoría no pudiera atribuirse al azar. En este caso, el paciente, de 35 años, llevaba más de una década en estado vegetativo sin ninguna señal de recuperación.

El paciente empezó a seguir objetos con los ojos y a mover la cabeza si se lo pedían

El tratamiento ha consistido en un mes de estimulación del nervio vago, tras lo cual la atención del paciente, sus movimientos y su actividad cerebral mejoraron de forma significativa. El hombre, por ejemplo, comenzó a responder a órdenes simples, algo que hasta ese momento había resultado imposible. No solo eso, también empezó a seguir objetos con los ojos y a mover la cabeza si se lo pedían. Su madre también informó de que comenzó a permanecer despierto mientras el terapeuta le leía un libro.

Otro de los aspectos interesantes es que el paciente comenzó a responder a estímulos de “amenaza” ante los que antes permanecía inmóvil. Si el examinador se acercaba súbitamente a la cara del paciente, por ejemplo, este abría sus ojos en señal de sorpresa. Después de muchos años en estado vegetativo, los autores consideran que el tratamiento le ha inducido un estado de mínima consciencia.

Los registros de la actividad cerebral también mostraron grandes cambios. La señal “tetha” del electroencefalograma, que sirve para distinguir entre el estado vegetativo y el de mínima consciencia aumentó de forma significativamente en tareas relacionadas con el movimiento, la sensación y la vigilia. La estimulación del nervio vago también mejoró la conectividad funcional en el cerebro. Un escáner mediante tomografía por emisión de positrones (PET) mostró un aumento de la actividad metabólica en las zonas corticales y subcorticales del cerebro.

“La plasticidad cerebral y la reparación todavía son posibles cuando la esperanza parece haberse desvanecido”

Para los autores, los resultados muestran que una intervención de este tipo puede cosechar cambios en el estado de consciencia incluso en los casos clínicos uñas difíciles. “La plasticidad cerebral y la reparación del cerebro todavía son posibles cuando la esperanza parece haberse desvanecido”, resume Sirigu. Su intención ahora es diseñar un gran estudio colaborativo para confirmar el potencial terapéutico de la estimulación del nervio vago en este tipo de casos. Al mismo tiempo, recalcan, los hallazgos pueden contribuir a conocer mejor “la fascinante capacidad de la mente para producir la experiencia consciente”.

Referencia: Restoring consciousness with vagus nerve stimulation (Current Biology) 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.