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Ciencia

Cuando dos cometas se convierten en uno

Vectores de gravedad del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko

A medida que la sonda Rosetta se aproximaba al cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko los astrónomos se llevaron una de las mayores sorpresas de la misión. Aquel objeto, elegido muchos años para el aterrizaje de una sonda sobre su superficie, tenía la extraña forma de un patito de goma y  presentaba dos lóbulos de diferente tamaño unidos por una especie de 'cuello'. ¿Cómo había adquirido aquella forma? ¿Quizá por alguna forma de erosión cada vez que se formaba la cola del cometa? ¿O se trataba de dos objetos una vez independientes?

Ambos cuerpos se formaron por procesos similares de acreción.

El equipo de Matteo Massironi resuelve esta semana la cuestión en la revista Nature gracias a los datos obtenidos por la cámara Osiris a bordo de la sonda Rosetta, que acompaña al cometa en su camino hacia el Sol desde hace meses. Las imágenes muestran que los dos lóbulos del cometa presentan una serie de patrones de estratificación, como si fueran las capas de una cebolla. Analizando estos estratos los científicos han visto que el lóbulo mayor está compuesto de una serie de estratos de hasta 650 metros de grosor que son independientes de los que aparecen en la parte de menor tamaño.

Este hallazgo, junto con los vectores de gravedad, les lleva a concluir que la forma del cometa 67P es el resultado de un impacto de baja velocidad entre dos objetos individuales que se unieron como consecuencia de la colisión. La similitud de la composición de ambos lóbulos les hace pensar que ambos se formaron en los albores del Sistema Solar por procesos similares de acreción.

Referencia: The two independent and primitive envelopes of the bilobate nucleus of comet 67P (Nature) DOI 10.1038/nature15511

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