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Ciencia

Una ventana de ámbar para ver los lagartos del pasado

Un vistazo a algunos de los lagartos conservados en ámbar hallados en Birmania

Han podido observar la piel y los tejidos blandos con un detalle sin precedentes.

Pocas veces tenemos ocasión de mirar al pasado a través de una ventana como la que acaban de abrir Juan Diego Daza y su equipo. En un trabajo publicado esta semana en Science Advances, los investigadores muestran el resultado del análisis de 12 especímenes de lagarto de unos 99 millones de años de antigüedad atrapados en piezas de ámbar. Los animales cayeron en la resina en algún momento del Cretático y su conservación es tan exquisita que los autores han podido observar la piel y los tejidos blandos con un detalle sin precedentes.

"Los lagartos son extremadamente raros en los depósito de ámbar", explica David Grimaldi, coautor del estudio, en LiveScience. "Nunca habría esperado ver tantos especímenes de un depósito del Cretático y con tanta diversidad". Los fósiles pertenecen a ejemplares muy pequeños, de apenas unos milímetros de longitud, y para extraer toda la información que contiene los científicos los han sometido a tomografía computarizada de rayos X. Con estos datos, el equipo de daza ha podido reconstruir en 3D la morfología de estos animales y compararla con las especies que viven en la actualidad.

El resultado del estudio muestra una diversidad de especies de lagartos no documentada hasta ahora en el Cretácico medio. Una de las sorpresas más importante es el hallazgo de dos fósiles relacionados con los geckos y los camaleones y la presencia de rasgos tan distintivos como las lenguas capaces de proyectarse a gran velocidad o las características formas de los dedos de las patas. Los detalles de la piel y la pigmentación son datos también muy valiosos para conocer cómo evolucionaron estas características en los reptiles en los últimos 100 millones de años.

El ejemplar más interesante, insiste Daza, es el que se relaciona con los camaleones, que podría ser uno de los antepasados de estos animales. A pesar de que carece de algunas características de los camaleones modernos, como el cuerpo compacto y los dedos unidos, posee una cola curvada y una forma del cráneo que sugiere que ya se alimentaba de forma similar a estos. Este descubrimiento, que no podría haberse hecho sin el uso de la tomografía, amplía la edad geológica de los camaleones unas cinco veces, según los autores, y es el más relevante de los presentados en el estudio.

Referencia: Mid-Cretaceous amber fossils illuminate the past diversity of tropical lizards (Science Advances) DOI: 10.1126/sciadv.1501080

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