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Ciencia

Estamos haciendo las resonancias de cáncer de mama al revés

Resonancia magnética de un pecho

El diagnóstico y operación de muchos tumores de mama se podría mejorar con un gesto tan sencillo como hacer las pruebas de imagen en el mismo sentido en que se realiza la operación. Es la principal conclusión de un trabajo publicado esta semana en la revista Radiology en el que se ha hecho el seguimiento de doce pacientes a las que se practicó una tumorectomía de mama, es decir, se retiró la parte afectada por el tumor y no toda la glándula, como en el caso de la mastectomía.

El procedimiento habitual incluye una resonancia magnética funcional de la mama que sirve al cirujano para conocer mejor el tamaño, la forma y la localización del tumor. Esta prueba se realiza con el paciente tumbado boca abajo mientras que el especialista opera a la paciente boca arriba, lo que podría dar lugar a pequeñas diferencias a la hora de intervenir. Para comprobarlo, el equipo de Eva C. Gombos hizo el seguimiento de doce casos y ha encontrado que existen cambios en la posición del pecho y en los parámetros que se obtienen del tumor en la prueba previa y en la operación.

Un cambio podría dar a los cirujanos información más detallada y conducir a una retirada más efectiva del tumor

"Teniendo en cuenta el cambio de tamaño y forma causado por el desplazamiento y la deformación entre la posición estándar de la toma de imagen y la posición supina de la operación", asegura Gombos, "nuestro análisis subraya que hacer la resonancia en posición supina podría dar a los cirujanos información más detallada y exacta y podría conducir a una retirada más efectiva del tumor". Este pequeño cambio, añade Mehra Golshan, "podría ayudar a detectar mejor el tumor remanente y asegurar bien los márgenes para prevenir una reoperación". Entre un 15 y un 40%  de las mujeres que se someten a una tumorectomía de mama se ven obligadas a pasar por una segunda operación porque no se eliminó todo el tejido tumoral en la primera.

"La resonancia magnética se hace siempre boca abajo, en decúbito prono, en España y en el resto del mundo", explica a Next María José Ciudad, especialista en radiodiagnóstico del hospital Clínico San Carlos. "Es la manera óptima de hacer la prueba", añade, "porque la mama está sobre el corazón y al estar boca abajo el movimiento es mínimo y se consigue que el tejido quede bien extendido". Para esta especialista el estudio publicado en Radiology le resulta "sorprendente", puesto que nunca ha encontrado que los cirujanos tuvieran un problema por esta causa a la hora de operar. "La resonancia sirve para ver la verdadera extensión del tumor y si hay lesiones adicionales y le sirve muy bien al cirujano para hacerse una idea de lo que se va a encontrar", asegura. "Es verdad que en el quirófano la paciente está en otra posición, pero es muy parecida a la de la mamografía". Además, no a todas las pacientes se les hace este tipo de prueba, solo en aquellos casos en que existen mayores posibilidades de encontrar focos ocultos del tumor.

El objetivo de los autores del trabajo es concienciar sobre las mejoras que tendría aplicar un pequeño cambio en las pruebas preoperatorias para la salud de las mujeres. "La resonancia magnética en posición decúbito supino", concluye Gombos, "podría ayudar al cirujano a planear la retirada del tumor con más precisión y reducir la necesidad de una reoperación, lo que tiene un impacto negativo en las emociones del paciente, retrasa el tratamiento post-operatorio, aumenta el número de infecciones y el coste".

Referencia: Intraoperative Supine Breast MR Imaging to Quantify Tumor Deformation and Detection of Residual Breast Cancer: Preliminary Results (Radiology)

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