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Los amigos íntimos del Rey: los regatistas y los que le salieron corruptos

El Rey Felipe entremedias de Fernando León, a la izquierda, y Kiko Sánchez Luna, a la derecha

El rey Felipe VI es un gran aficionado a la vela desde que era pequeño. Por deseo expreso de su padre Juan Carlos, amante de este deporte, aprende a navegar a una temprana edad haciendo sus primeros cursillos en la conocida Escuela Nacional de Vela de Calanova. Se trata de la primera del país, a la que también acuden cada verano los sobrinos de Felipe, aunque no sus hijas Leonor y Sofía.

El monarca se inicia en la vela de alta competición de la mano de su amigo, el fallecido almirante Marcial Sánchez Barcaiztegui, impulsor de la Comisión Naval de Regatas de la Armada Española y maestro de cientos de regatistas españoles.  A los 16 años debuta en la tercera edición de la Copa del Rey Agua Brava como un tripulante más del 'Sirius II' de la Armada. Con ellos, con los militares, se inicia en las regatas, donde hace buenas migas con los hermanos Jaime y Juan Carlos Rodríguez Toubes, y algunos ex compañeros de promoción, como el capitán de fragata Ricardo Maldonado, los gemelos Jorge y Carlos Ortiz, conocidos como los ‘Tupis’, Alejandro Blecua, al que sus amigos llaman Rambo, y el guardiamarina Ignacio Iturrioz.

Con la Armada es con la que compite desde hace cinco años navegando en el Aifos, -Sofía al revés-, en la Copa del Rey de Vela. Una competición a la que siempre se ha mantenido fiel hasta la fecha aunque su asistencia ha ido disminuyendo en los últimos años. Por un lado por compromisos personales, -su relación con Letizia y el convertirse en padres- y segundo, y motivo fundamental, por sus obligaciones como monarca una vez que abdicó su padre. 

Desde entonces Felipe VI aprovecha sus vacaciones en Palma de Mallorca para poder escaparse al menos un día de las regatas de la Copa del Rey. Según personas allegadas a él, es habitual verle salir apresurado al finalizar la competición para continuar cumpliendo con su agenda, reuniones y actos oficiales establecidos.

Tampoco es frecuente ver ya a Letizia que antes sí se dejaba ver, o bien saliendo con una lancha para ver las regatas o por el Real Club Náutico de Palma con las niñas. Este lugar era el punto de encuentro de los regatistas, donde Felipe aprovechaba para charlar y tomarse algo con su equipo y amigos después de la travesía.

Las amistades durante la preparación de los JJOO de Barcelona

Siguiendo la estela de su padre, Felipe también participa en unos Juegos Olímpicos, los de Barcelona 92. Durante los cuatro años que dura la preparación de unas olimpiadas, el monarca hace una buena y estrecha amistad con sus dos compañeros Fernando León, -que era el caña-, y el gallego Alfredo Vázquez, en la proa. Como tripulante de reserva está el gaditano, Javier Vallejo, conocido como ‘Mazinger de Cadi’. El equipo competía en la modalidad de 'Soling' con un barco que se llamaba también 'Aifos'. Finalmente logran un diploma olímpico quedando sextos en la final.

Según nos relatan los más allegados, navegando tantas horas, -a veces pueden estar seis o siete horas en medio del mar-, y en un espacio tan reducido, es inevitable que compartan todo tipo de confidencias y que hagan buenas amistades con sus compañeros, como le ocurrió a Felipe con Fernando León, una persona que marcaría el futuro como regatista del monarca. Incluso su buena relación se extiende a otros miembros de la familia y a Fernando se le llega a relacionar con la Infanta Cristina.

Pepote, de amigo íntimo del Rey y Urdangarin a declarar contra él y Cristina

En esta misma época, Felipe también entabla una estrecha relación con José Luis Ballester Tuliesa, conocido como Pepote, que regatea en Barcelona 92 junto a Carlos Santacreu en la clase Tornado. Ballester es muy amigo de Fernando León y pronto se convierte en íntimo de Felipe también.

En los veranos en Palma de Mallorca era habitual ver al entonces Príncipe y a su hermana en los locales de moda con su grupo de amigos, y entre ellos no fallaba Pepote. La amistad entre los tres es tal que Felipe y Cristina asisten a la boda de Ballester en 1998 en Palma de Mallorca, dejando patente su buena amistad ya que la Familia Real no suele asistir a bodas.

A su vez, Pepote Ballester también se hace muy amigo de Iñaki Urdangarin cuando los dos coinciden en la residencia Blume de Barcelona, afamado centro para la formación de deportistas de alto nivel. Los dos participan en la olimpiada de Atlanta en 1996 en la que Ballester se cuelga el oro olímpico en la clase Tornado de vela junto a Fernando León, y Urdangarin, una medalla de bronce, en balonmano. Aquí es donde la Infanta Cristina se fija por vez primera en Iñaki. Al año se casan.   

El triunfo de Ballester como oro olímpico y su estrecha relación con la Familia Real hacen que cuando Jaume Matas accede a la presidencia del Gobierno balear en el año 2003, viera en Ballester el perfil ideal para el cargo de director general de deportes, un puesto que desempeña hasta el año 2007. En esta época Pepote y Urdangarin se pelean a raíz de las exigencias del duque de Palma a Pepote para cobrar la última factura, de más de 100.000 euros, de los Fórum Illes Balears que organizaron las empresas del duque y su socio.

Poco a poco, la suerte le va volviendo al espalda a Ballester y en 2009 tiene que explicar ante la Audiencia de Palma los sobrecostes del estadio Palma Arena. No sólo pasa 72 horas en el calabozo sino que su amistad con Felipe se enturbia al recurrir a él para pedirle ayuda pero sólo obtiene el silencio del monarca. En 2011 es imputado por el juez José Castro Aragón, dentro del Caso Palma Arena, por supuestas irregularidades en la adjudicación de contratos al Instituto Noós mientras era director general.

Después en el año 2016 un partido de pádel celebrado en la pista del palacio de Marivent acaba sentándole en el banquillo de la Audiencia de Mallorca, y es condenado por prevaricación, falsedad documental y fraude a 15 meses de cárcel y a tres años de inhabilitación en cargos públicos.

Pepote es el primero de los imputados en “arrepentirse” y pactar con la Fiscalía anticorrupción. Sus ex amigos Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina, fueron testigos de su confesión sentados como él en el banquillo de la Audiencia de Mallorca.

Sus años en la CAM y las galletas Príncipe

Tras los Juegos Olímpicos, el equipo se deshace hasta que se unen en otro proyecto formando parte del equipo de regatas CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo). En él están Felipe, patrón de 2001 a 2010, y los campeones olímpicos Fernando León y Kiko Sánchez Luna, exconcejal del PP en Alicante. Éste terminaría siendo detenido en 2014 y condenado en 2015 a dos años y nueve meses por los delitos de cohecho, prevaricación continuada y falsedad en documento mercantil por el conocido como 'caso de los telecentros'. Un caso que tenía que ver con irregularidades en la adjudicación de instalaciones de telecentros en Alicante. Finalmente, en 2016, el Tribunal Supremo le absuelve de los delitos continuados de cohecho y falsedad documental y le anula la pena de prisión, condenándole sólo a 8 años y seis meses de inhabilitación por un delito de prevaricación.

Navegar juntos tantas horas da para conocerse muy bien, compartir confidencias y gastarse bromas. Una persona allegada a la tripulación nos cuenta una de las anécdotas: “En la Copa del Rey hay una regata que dura toda la noche, es de dos o tres de la tarde a las cinco de la madrugada, dependiendo del viento. Alguna vez se ha dilatado hasta las diez de la mañana. El primer año que sale el equipo, deciden gastarle una broma a Felipe, llevar galletas Príncipe. Se la jugaron y  no sabían cómo le iba a sentar pero le encantó y desde entonces el monarca siempre pedía que llevaran las galletas a esta duradera regata y los de la tripulación pedían que él trajera caldo de Marivent”.

Otras de las curiosidades que nos cuentan del monarca es que durante la década que el barco estuvo patrocinado, Felipe nunca llevó en su vestimenta ningún elemento publicitario de la empresa por deseo propio. El monarca quería ser el Príncipe de todos los españoles y llevaba el uniforme del equipo pero sin logos, como ocurrió en Barcelona 92. Sin embargo, al Rey emérito no le importaba llevar la marca que fuera.

Otra de las diferencias que había entre padre e hijo, es que a Juan Carlos le gustaba ser caña, -llevar el timón-, mientras que Felipe no quería ser otra cosa que un tripulante más, huyendo de todo protagonismo antes siendo Príncipe y ahora Rey.

Los amigos en la CAM

Del equipo que navega en la CAM, Felipe se hace muy amigo de un regatista canario, el campeón olímpico Domingo Manrique, Juan Luis Wood Valdivieso, que también es olímpico y canario, bróker y apoderado de Mirabaud Finanzas Sociedad de Valores, y de Jaime Anglada, músico y compositor.

La quiebra de la CAM  acaba con el equipo cuando León y Sánchez Luna se preparan para participar en la Copa de 2011. Sin embargo, acaban compitiendo ya que los dos armadores asumen los gastos de manera personal y el barco pasa a llamarse 'Hispano'. Como gesto personal de su amistad a Felipe, deciden que éste sea el patrón del barco.

Otro de sus íntimos, el cantautor Jaime Anglada

Jaime Anglada es otro de los miembros de la tripulación con los que el monarca establece una estrecha amistad que sigue perdurando. Desde hace años, es habitual ver a Felipe y a Letizia, solos o con sus hijas, en alguno de sus conciertos, como en el que suele hacer el cantante en Palma cada año.  Desde 2016, el cantautor ha hecho un dúo con Carolina Cerezuela.

La amistad de Felipe y Anglada se extendió además a las mujeres del monarca y el cantante de esas cenas y encuentros entre los amigos y regatistas. Enseguida Letizia congenia con la farmacéutica Pilar Aguiló Bernabéu, la mujer del cantante. Entre ellas intiman y la mujer de Anglada llega a comentarle que uno de sus dos hijos tiene discapacidad, una historia que conmueve a Letizia y que desde entonces muestra interés por saber cómo está. Las dos mantienen una estrecha relación y se llaman y ven cuando pueden.

Muestra de estas amistades tan especiales en la vida del monarca es que León, Wood y Anglada fueron los únicos tres regatistas invitados a la proclamación de Felipe VI como Rey de España. Incluso Anglada y Wood, junto a sus familias, se suelen alojar en el palacio cuando visitan Madrid.

El año pasado el monarca fue dos días en el mes de agosto y este año se espera verle en la Copa del Rey que se celebra del 29 de junio al 5 de agosto donde volverá a ir con la Armada. Desde que Felipe navega con la Armada en la Copa del Rey hace unos años, compite y tiene como rivales a sus dos íntimos amigos, Fernando León y Jaime Anglada, sus ex compañeros de equipo con los que sigue manteniendo una estrechísima relación y que no le han defraudado como otras amistades. El motivo se debe a la gran preocupación que tiene por evitar cualquier acción que pudiera dañar la imagen de la monarquía, como podría ser el navegar en un barco con patrocinio privado.

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