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Educación

Cataluña elimina las notas del 0 al 10 en Primaria, ¿solución al fracaso u "ocurrencia"?

Alumnos de Primaria trabajando en clase.

Solo quedan tres semanas para que los alumnos reciban las notas de final de curso, pero la Generalitat ha decidido lanzar su nuevo sistema de evaluación para los estudiantes de Educación Primaria. Ya no habrá notas del 0 al 10, ni sobresalientes ni suspensos, en contra de lo que dicta la malograda  Lomce  de cara a los boletines que se envían a las familias: puntuaciones reflejadas  de forma numérica. En su lugar, el nuevo modelo establece que los maestros catalanes solo podrán calificar de cuatro formas: logro excelente (AE o assoliment excel·lent), logro notable (AN o assoliment notable), logro satisfactorio (AS o assoliment satisfactori) y, para las asignaturas suspensas, no logro (NA o no assoliment).

Aunque algunos centros ya comenzaron a implementar la nueva normativa después del primer trimestre, las que aún no lo han hecho tendrán que acatar las órdenes este final de curso, culminando, según la Consejería de Educación, el proceso de aprendizaje por competencias que "sitúa a Cataluña en el marco de las recomendaciones europeas". "No es un mero cambio en la numeración, sino un cambio profundo en el sistema educativo", defienden desde la institución.

"Las nominaciones que demos a la superación de contenidos son irrelevantes. A lo largo de los últimos años hemos hecho varias, por ejemplo, la Ley General de Educación eliminó las notas aritméticas, luego llegaron los Progresa Adecuadamente (PA) y los Necesita Mejorar (NM), que eran modos eufemísticos de hablar de aprobados y suspensos, respectivamente", recuerda Nicolás Fernández Guisado, presidente nacional de ANPE

Sistema estructurado

"Para nosotros lo realmente importante es que el sistema educativo esté bien estructurado en los distintos niveles y ciclos y que se determinen bien los conocimientos, las competencias y los objetivos que se pretenden alcanzar. Tiene que existir una evaluación continua que mida el aprendizaje de los alumnos y sirva para detectar los déficits y recuperar a los estudiantes en edades tempranas, al final de los ciclos debe haber una evaluación rigurosa", plantea.

El nuevo modelo que propone la Generalitat, al igual que otros que puedan surgir, continúa, podría enmarcarse dentro de las "meras ocurrencias" o "la búsqueda del elemento diferenciador en el sistema educativo para ser innovadores". "Hay cosas mucho mas preocupantes. En España tenemos que caminar hacia la homologación en cuanto a un currículo básico compatible con las diferencias autonómicas, cosa que se ha visto con los libros de texto. Los alumnos viven en un mundo globalizado con distancias casi evaporadas, y generar elementos diferenciadores dentro de las CCAA no ayuda", determina Fernández.

Libros gratis

Con él coincide Sonia Sierra, diputada de Ciudadanos en el Parlamento catalán. "Pensamos que no es el problema mas grave de la Educación en Cataluña, en particular, y en España en general. Creemos que el alto índice de fracaso escolar o la falta de equidad dependiendo del barrio donde vive el alumno son cuestiones más relevantes", dice Sierra. Además, resalta que su partido siempre ha defendido la creación de un Pacto Nacional que potencie la igualdad y resuelva la problemática del fracaso y otros asuntos como la gratuidad de libros de texto y del transporte.

"No es un mero cambio en la numeración, sino un cambio profundo en el sistema educativo", defienden desde la Consejería de Educación catalana

"A las familias les preocupa más tener que pagar 300 euros cada mes que si a su hijo le ponen las notas de una manera o de otra. Además hay otros temas como el del acompañamiento a los niños en su proceso de aprendizaje para detectar si tiene problemas graves o la universalización de la educación de 0 a 3 años, que también les afectan más", considera. Para la diputada catalana, estas temáticas deben tratarse a nivel nacional: "El Pacto es incipiente, hay muchas cosas en las que trabajar y ponerse de acuerdo, pero hay que incidir en lo que preocupa realmente a las familias".

Medida "positiva"

El presidente de Canae, Carles López, celebra el nuevo sistema de evaluación, pero cree que el problema de fondo, los "cambios a nivel de competencias", aún no se ha atajado. "En edades tempranas, en lo que se conoce como Educación Infantil y Primaria, el nuevo modelo supone un paso adelante, ya que en los últimos años hemos visto cómo la calificación numérica ya no se adaptaba y era excesivamente estricta a los objetivos de la etapa en muchas ocasiones", apunta.

Por otra parte, asegura, no tenía efectos positivos sobre los estudiantes. "Es una buena medida, pero debemos tener en cuenta que debería ir acompañada a nivel de competencias como nos pidió la Comisión Europea. Tenemos que avanzar en la estrategia Europa 2020, hacia el aprendizaje con competencias básicas, así que no tendría sentido que esas competencias se evaluaran de forma numérica", opina.

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