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Cultura

El clásico Fuente Ovejuna vuelve a las tablas: sobre Lope y la lapidación ciudadana

El clásico Fuente Ovejuna vuelve a las tablas en el teatro de la Comedia.

Lope escribió Fuente Ovejuna entre 1612 y 1614, el mismo periodo al que pertenece su  famosa comedia El perro del hortelano, ambas publicadas en 1618. Sin embargo Fuente Ovejuna tuvo escasa fortuna y poca repercusión en su tiempo. Fue en el siglo XX cuando los estudiosos, dramaturgos y lectores encontraron en sus páginas una fuente de contenido social y político de la que Javier Hernández-Simón ha decidido volver a beber en el nuevo montaje del clásico que lleva ahora a escena con la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico y que se estrena en el teatro de la Comedia (Calle Príncipe, 14) este viernes 19 de mayo.

Un elenco de actores y actrices revisita esta pieza del Fénix de los ingenios, en la que el pueblo es víctima de los desmanes de un tirano, al mismo tiempo que se convierte en protagonista de una reacción ilegal

Un elenco de actores y actrices revisita esta pieza del Fénix de los ingenios, en la que el pueblo es víctima de los desmanes de un  tirano, al mismo tiempo que se convierte en protagonista de una reacción ilegal que lo restituye moralmente, al mismo tiempo vuelve a condenarlo. Para escribir esta obra, Lope se inspiró en los sucesos ocurridos en la España de finales del siglo XV en Fuente Ovejuna, un pueblo de Córdoba en el cual sus ciudadanos enfurecidos dieron muerte a Fernán Gómez, comendador de la Orden de Calatrava, a causa de su comportamiento deshonesto y violento.

Entre el tiempo en el que Lope escribe esta obra y el momento en el que ocurren los hechos que la inspiran existen 140 años de diferencia.

Entre el tiempo en el que Lope escribe esta obra y el momento en el que ocurren los hechos que la inspiran existen 140 años de diferencia. El rey Enrique IV había muerto en 1474, y la sucesión al trono había provocado una contienda debido a la ausencia de un heredero claro al reino. Ese momento fue el pasto y el caldo para las rivalidades entre diferentes bandos de la nobleza castellana. El conflicto degeneró en la Guerra de Sucesión  entre quienes apoyaban a Juana y los que apoyaban a Isabel.

El ultraje a una visibiliza el que ya ejerció sobre otras, como Jacinta, una humilde labradora. Porque en la opresión también hay matices, cegueras convenientes...

Según algunos estudiosos como el hispanista Rinaldo Froldi, esa tensión queda impresa en el texto, que retrata a la sociedad feudal tardía y cuyas resonancias llegan al siglo XXI con otra perspectiva.  En ese contexto, los abusos y la violación perpetrada por Fernán Gómez a la Laurencia, mujer de la burguesía del pueblo, abre la caja de los truenos. El ultraje a una visibiliza el que ya ejerció sobre otras, como Jacinta, una humilde labradora. Porque en la opresión también hay matices, cegueras convenientes, grados de violencia que se visibiliza en la brecha que separa a unos de otros.

Fuente Ovejuna, sometido no a la monarquía, sino a la Orden de Calatrava, experimenta su propia forma de oprobio y escarmiento en este gobernante, pero también en la manera de darle castigo. Y es ahí donde este montaje coloca el énfasis. "El pueblo, todos los pueblos, contienen en sí mismos una fuerza incontenible capaz de  derrocar cualquier sistema injusto que se interponga entre ellos y la libertad, pero tan sólo cuando dicho pueblo funciona como unidad, cuando la solidaridad entre los diferentes individuos que componen una comunidad está por encima del miedo a enfrentarse al poder establecido”, asegura el director Hernández-Simón sobre la relectura de la tragicomedia del Siglo de Oro. Es en esa contradicción y ruindad donde esta obra abre una caja de los truenos que conviene estudiar en los días que corren.

Con esta nueva versión de Fuente Ovejuna , la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico busca reflexionar sobre las razones que empujan a los ciudadanos a repetir una y otra vez el error

Con esta nueva versión de Fuente Ovejuna -cuyo texto ha sido adaptado por Alberto Conejero-, la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico busca escudriñar y reflexionar sobre las razones que empujan a los ciudadanos a repetir una y otra vez el error de permitir ser gobernados de forma despótica. "Por ello creemos que es necesario poner el punto de mira de nuestra escenificación no tanto en las maldades de unos gobernantes corruptos, sino en los comportamientos sociales que hacen que dichos gobiernos sean viables, ya que entendemos que la complicidad del pueblo, bien sea por acción o por omisión, es el caldo de cultivo necesario para el alzamiento de la injusticia institucional". La eterna rueda de quienes castigan y se castigan en la rueda infortunada de la barbarie. De la ausencia total de política, entendida como razón.

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