Quantcast

Cultura

Mario Vargas Llosa: "El mejor homenaje que se le puede hacer a un autor es leerlo"

Mario Vargas Llosa esta mañana en el teatro Español.

Es la tercera obra de teatro suya que se presenta en el teatro Español. Primero fue La Chunga, luego Kathie y el hipopótamo y ahora toca El loco de los balcones. Dirigido por Gustavo Tambascio, será el actor José Sacristán el encargado de dar vida a Aldo Brunelli, un profesor de historia del arte que se dedica con voluntad quijotesca a salvar todos los balcones coloniales de Lima. La obra se presentará del 17 de septiembre al 19 de diciembre.

Inspirado en un personaje real que conoció Mario Vargas Llosa en Perú en los años cincuenta –cuando entonces el aspirante a escritor  estudiaba en la Universidad de San Marcos-, El loco de los balcones respira una épica cervantina que resignifica el compromiso político de ciertos gestos vitales e incluso se anticipa como homenaje poco antes de cumplirse el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, en 2016.  Sin embargo, Vargas Llosa lo lleva claro: “el mejor homenaje que se le puede hacer un autor es leerlo”.

Aunque no quiso pronunciarse sobre política –Vargas Llosa firmó el manifiesto de la Plataforma Libres e Iguales contra la independencia de Cataluña-, sí tomó posición en algunas cosas, entre ellas las figura del ex director del teatro Español, Natalio Grueso, quien se separó del cargo en junio para dedicarse a escribir, en medio todavía de una investigación en curso por su gestión en el Centro Niemeyer de Avilés. 

“Estoy muy agradecido con Natalio Grueso por haber resucitado mi teatro”. Esa fue la primera frase del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, y con la que aludía al anterior director del Español, ausente en esta presentación. Fue justamente Natalio Grueso quien programó el ciclo entero de la dramaturgia de Vargas Llosa hace ya dos años.  

La  deferencia del peruano pareció no sentar del todo bien a Juan Carlos Pérez de la Fuente, sustituto de Grueso al frente del Español, quien a partir de ese momento se dedicó  no a presidir un encuentro con la prensa sino a marcar territorio, con extenuantes y excesivas intervenciones con las que bien podría haber llenado una conferencia de prensa exclusiva para él.

Detalles al margen, durante la presentación, en la que estuvieron presentes el actor José Sacristán y el director Gustavo Tambascio, Vargas Llosa hizo lo de siempre: responder a todo usando las mismas palabras; acaso intercambiables y esquivas, de las que se vale para no entrar en un pantano y que sin embargo le funcionan, siempre, al momento de hablar de sí mismo sin comprometerse.Todo un educado señorito limeño (nacido en Arequipa) que ha pasado por Estocolmo; sin duda.  Y sin embargo, o justamente por eso, escucharle guarda un encanto: siempre se espera el día, al fin, en que abandone el traje del "alumno más aventajado de la clase", ese apelativo con el que se refirió alguna vez a él su agente Carmen Balcells.

“Siempre he pensado en Pepe Sacristán para llevar al escenario al Doctor Brunelli” dijo Vargas Llosa, quien ya había trabajado con el actor en el rodaje de Pantaleón y las visitadoras, en 1965. La elección parecía tan clara quizá porque el influjo quijotesco de Sacristán –intérprete por excelencia de Alonso Quijano- tiene mucho que ver con la naturaleza del protagonista de El loco de los balcones,  un personaje inspirado en Bruno Roselli, un profesor de historia del arte que Vargas Llosa conoció en Lima.

“Durante muchos años me dio vueltas en la cabeza escribir algo sobre él. Me conmovía este personaje, que llegó a hacerse casi folklórico por su amor a los balcones. Él rescataba balcones pensando que lo hacía por el bien de Perú y Lima. Siempre me pareció un idealista extraviado en un mundo muy pragmático y que representaba algo mucho mayor que un simple profesor de historia del arte:  era alguien con una visión de progreso y de futuro. Y aunque siempre intenté escribir una novela, solo pude darle forma en una obra de teatro”, dijo.

Renuente a la tentación de reescribir su dramaturgia ahora que es devuelta a los escenarios, Vargas Llosa admite que siempre se ha resistido a la sola posibilidad de tocar sus obras de teatro o sus novelas. “Fueron escritas en un contexto vital. Es muy arriesgado darle actualidad, podría ser contraproducente”, dijo

Vargas Llosa  ha adelantado la posibilidad de volver a interpretar  un papel sobre un escenario, como ya lo hizo en 2008 en una versión de Las mil y una noches, así como en La verdad de las mentiras en 2005 y en Odiseo y Penélope en 2006. Se trataría de la adaptación de Los cuentos de la peste de Bocaccio. “Pese a la oposición de mi familia, que asegura que soy una calamidad sin atenuante sobr eun escenario, me gustaría interpretar nuevamente”, dijo.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.