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Cultura

La fiebre electoral de los museos en Málaga: del Prado de Arenas al Pompidou paralizado de De la Torre

El conflicto entre el Ayuntamiento y las Autoridades Portuarias sobre las obras de El Cubo, la sede del Pompidou en Málaga, continúa

Hubo un tiempo en que España creía en los milagros. Aquellos que podían obrar los arquitectos: complejos culturales desmesurados -fueran o no necesarios-; ciudades de la cultura; centros de arte… En fin, nuevas catedrales con las que los ayuntamientos pretendían rubricar su progreso en el skyline del erario público, entonces ilimitado. Acaso empujados por el efecto Guggenheim de Bilbao, todos se aprestaron a construir su propio centro de arte. Pero entonces llegó la crisis, y las grandes creaciones se convirtieron en onerosos cráteres para las finanzas públicas.

Aunque algo de ramalazo pre-crisis tiene el asunto, Málaga ha apostado por ese hechizo de lo cultural como marca –como lucrativa franquicia- y saca pecho con su propio Pompidou, la primera sede fuera de Francia del Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París, cuya apertura está prevista para el primer semestre de 2015, y que será presentada en París este miércoles 3 de septiembre con la presencia de la ministra de Cultura y Comunicación francesa, Aurélie Filipetti; el presidente del Pompidou, Alain Seban, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.

El Pompidou de Málaga se presenta en París este miércoles, pero las obras están paralizadas

Un detalle empaña el que De la Torre quiere que sea su mejor gancho electoral de aquí al 2015: las obras permanecen paradas desde el 4 de agosto. Nada más comenzar, estas tuvieron que detenerse. Situado en la esquina de los muelles 1 y 2 del puerto de la capital malagueña, el proyecto plantea un espacio expositivo que habrá de funcionar en El Cubo, un edificio acristalado que se ha convertido en la manzana de la discordia.

A mediados de agosto, Puertos del Estado ordenó al Ayuntamiento de Málaga paralizar las obras en el edificio –estas habían comenzado apenas el 4 de agosto de este año-. El edificio, una cesión que hicieron las autoridades portuarias al Ayuntamiento, sufría modificaciones e intervenciones no consentidas por la concesionaria, Muelle Uno. Era necesaria, entonces, la certificación de un arquitecto municipal que justificara que los trabajos iniciados no afectan al inmueble de cara a una tasación final que permita el Ayuntamiento pueda utilizar la sede.

El Ayuntamiento de Málaga pagará 1 millón de euros al año al Pompidou y 5 para las obras del edificio

Al ser consultadas por Vozpópuli, fuentes del Ayuntamiento de Málaga aseguraron que el escollo está resuelto. Los informes solicitados fueron entregados; sólo están a la espera de una respuesta por parte de las autoridades portuarias que, a un día de la gran presentación, todavía no dan el visto bueno para reanudar los trabajos. El problema es que a De La Torre le corre prisa, pues la franquicia malagueña del Pompidou debe llegar a tiempo para 2015.

Cabe destacar que el proyecto supone un desembolso importante para la ciudad: 1 millón de euros anual por las 70 obras que serán cedidas para su exposición en las salas y cinco millones de euros adicionales para acondicionar el edificio. El acuerdo entre al Ayuntamiento y el Pompidou, suscrito el pasado 29 de noviembre, tiene una vigencia de cinco años, con posibilidad de prórroga por otros cinco años.

Museos por un tubo

Este no es el primer anuncio en su tipo, y mucho menos en una ciudad que en los últimos años ha visto crecer museos como setas: el Thyssen de Málaga, el Museo Picasso o el CAC, sin ir muy lejos. Sin embargo, el asunto ha dado para mucho más.

En 2012, en plena campaña electoral de Javier Arenas a la Junta de Andalucía, el entonces candidato popular prometió una sede del museo del Prado en Málaga. No habían transcurrido siquiera dos años cuando, en mayo de 2014, el Ayuntamiento sacó pecho con un principio de acuerdo con el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, por el que el edificio de Tabacalera de la capital acogería a partir del primer trimestre de 2015 una sede de este museo en la ciudad.

El Ayuntamiento anunció en mayo una sede para el Museo de San Petesburgo, ubicado en el edificio del frustrado museo de las Gemas

Resulta curioso porque es justamente ese edificio el que acogió el frustrado Museo de las Gemas, un complejo dedicado a tres museos –el de las gemas, y otros dos por construir, de biología y geología- que debía de estar listo e inaugurado en 2012 y todavía no cuenta ni siquiera con licencias administrativas, permisos de acceso, luz, ni condiciones mínimas de acondicionamiento.

Museo como marca en época electoral

Lo del Prado fue todo un tema. Cuando Javier Arenas dio un paso al frente con la idea de crear una subsede del Prado en Málaga, se hizo evidente con cuánto entusiasmo –y poquísima planificación- gestionan los populares los proyectos culturales de la ciudad. En 1997, el Museo de Bellas Artes de Málaga –que posee una colección de más de 2.100 obras, incluyendo las 115 cedidas por El Prado- se vio obligado a abandonar su sede, el Palacio de Buenavista, para dar paso al Museo de Picasso.

Cuando Javier Arenas prometió un Prado para Málaga, el Museo de Bellas Artes llevaba 13 años sin sede

La que entonces conformaba la colección del Bellas Artes –uno de los museos provinciales más importantes de toda España- fue embalada y puesta a resguardo en el Centro de Colecciones del Parque Tecnológico de Andalucía, en Málaga, a la espera de que el Ministerio de Cultura asignara un lugar para el museo, cuyo destino sería, finalmente, el edificio de La Aduana, cuyas obras han sido terminadas para acoger, al fin, la colección de un museo que cumple ya casi 13 años sin sede y sin un lugar fijo dónde exhibir su colección de pintura española.

Sin tener resuelto aquel escollo –y acaso por el relumbrón de una sede del Prado en la ciudad en pleno momento electoral-, Javier Arenas aludió a una sede malagueña del Prado sin reparar en los muchos proyectos –muchos de ellos todavía abiertos, sin resolver ni terminar-.

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