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Cultura

Carlos Urroz, director de la Feria: "Mi primera visita a ARCO fue una epifanía. Recuerdo que me compré un catálogo de Basquiat"

Carlos Urroz, director de la feria de arte contemporáneo Arco.

En ARCO pasa de todo: desde la exhibición de una versión de cera de Franco en un frigorífico hasta la venta de un vaso de agua por 30.000 euros. De manera mucho más silenciosa y discreta, en este encuentro ocurren también otras cosas que casi nunca salen en el telediario: el intento por fortalecer un mercado de coleccionistas, la difusión institucional, la aparición de nuevos galeristas y la coincidencia de profesionales. Que, aunque a veces lo parezca, no todo en esta feria es la mujer barburda, la noria y el lanzador de cuchillos. Hay ARCO más allá del circo de los informativos. Y aunque como toda feria lo que se busca es vender, habría que partir una lanza por el espíritu inicial con el que la fundó Juana de Aizpuru.

En ARCO pasa de todo: desde la exhibición de una versión de cera de Franco en un frigorífico hasta la venta de un vaso de agua por 30.000 euros

En este 2016 la Feria de de Arte Contemporáneo de Madrid celebra su edición número 35, un aniversario redondo al que asistirán los primeros galeristas que formaron el núcleo original. Desde su creación en 1982, ARCO se ha convertido en cita indispensable en el calendario cultural español. A mitad de camino entre la feria comercial y la divulgación cultural, mantiene un perfil siempre conservador del que su director Carlos Urroz habla en esta entrevista.

A la pregunta sobre si recuerda la primera edición de ARCO a la que asistió, Carlos Urroz responde con un entusiasmo bastante poco frecuente en su conversación políticamente correcta: "En la primera la que se hizo en 1982 no conseguí colarme. Pero sí fui a la de 1983 en la Casa de Campo. Fue una epifanía". Y debió de serlo porque el actual director de la feria recuerda perfectamente haberse hecho con un catálogo de Jean Michel Basquiat.

Del 24 al 28 de febrero, en los pabellones 7 y 9 de la Feria de Madrid, ARCO regresa bajo un nuevo esquema espacial y con un plato fuerte que levanta expectativas. Además del programa general y los Solo Projects, 35 galerías de diferentes países serán invitadas a participar -bajo la curaduría de María de Corral y Aaron Moulton, de Gagosian Gallery Los Ángeles- en la sección Imaginando Otros Futuros con proyectos de dos artistas por stand. Faltando casi un mes, conviene hablar también de temas que han acaparado titulares en los últimos años: el IVA de la venta de obras de arte, el coleccionismo institucional, la selección general y las perspectivas de visitantes.

"En la primera feria ARCO, que se hizo en 1982, no conseguí colarme. Pero sí fui a la 1983 en la Casa de Campo. Fue una epifanía"

-Hay algo excepcional en esta edición: la celebración de los 35 años de la feria y la ausencia de un país invitado

-Esta edición de ARCO es única, porque es una edición aniversario y en la que confluyen galerías que han participado en estas cuatro décadas, pero no simultáneamente. Ahora sí comparten un espacio. La selección es realmente fantástica.

-¿Las perspectivas comerciales son mejores o peores que en años anteriores?

-Tenemos previsto que nos visiten unas 12.000 personas. Además, traemos a un grupo de unos 250 coleccionistas invitados más 150 comisarios y directores de museo. Por la singularidad de sus contenidos se unen una veintena de fundaciones e instituciones.

-¿Tiene sentido que ARCO siga dedicando tres días a la entrada general? ¿Por qué no limitar la feria a coleccionistas?

- ARCO fue la primera feria dedicada exclusivamente a profesionales, pero no hay que olvidar que la función de ARCO es generar coleccionistas nuevos. Es por eso que debe permanecer abierta al público general. Yo empecé yendo a ARCO como visitante, lo cual me acercó y me hizo interesarme por el arte contemporáneo.

-¿Recuerda cuando fue la edición de ARCO a la que asistió por primera vez?

-En la primera la que se hizo en 1982, no conseguí colarme. Pero sí fui a la 1983 en la Casa de Campo. Fue una epifanía. Había tanto ambiente. Madrid pasó de ser gris a ser completamente moderna.

"Empecé yendo a ARCO como visitante, lo cual me acercó y me hizo interesarme por el arte contemporáneo"

-¿Compró algo?

-Sí, claro. Recuerdo haberme comprado un catálogo de Jean Michel Basquiat.

-Desde los años de Juana de Aizpuru y Rosina Gómez Baeza hasta hoy han pasado muchas cosas, ¿ha habido un punto de inflexión en la feria?

-Arco como proyecto es muy estable. Apuesta siempre por los lenguajes contemporáneos, por la excelencia tanto en el montaje como en el nivel de las obras. Sí, se modifican las galerías extranjeras pero el principio sigue siendo el mismo: la calidad por encima de cualquier otro criterio.

-A casi 4 años del aumento del IVA para la venta de las galerías, ¿tuvo tanto impacto como pensamos? ¿se mantiene como problema?

-Sí que tuvo impacto y sí que afectó negativamente a las ventas y psicológicamente al mercado. Estábamos en plena crisis y eso derivó la ventas a países con fiscalidades menores. El IVA reducido es una materia en la que continuamos luchando.

"El IVA reducido es una materia en la que continuamos luchando"

-Un estudio de la Universidad de Luxemburgo asegura que 2016 será un mal año para el mercado del arte, si se compara con los movimientos en bolsa. ¿Comparte la opinión?

- Ese tipo de estudios suelen referirse más que todo a las casas de subasta, a nosotros nos interesa el coleccionismo estable, gente que disfruta y no aquella que más bien suele comprar y vender piezas de arte con un solo propósito económico. El arte contemporáneo es un laboratorio de lenguajes.

-¿Cómo fue cambiando el énfasis de la feria de sus primeros años hasta hoy?

-Los primeros años con Juana (de Aizpuru) se miraba mucho a Estados Unidos, asistieron entonces muchas galerías y coleccionistas americanos. A partir del año 94 con los países invitados (el primero fue Bélgica) y la entrada a la UE, se fortaleció el vínculo con el mercado del continente.

-En los años de la crisis, muchos especialistas decían que ARCO se había dejado robar el mercado latinoamericano por Art Basel Miami.

-Art Basel Miami es un proyecto buenísimo y está perfectamente estructurado. ARCO permite la relación de América con Europa, que es donde están las grandes instituciones y los grandes críticos. Por eso diría que ambos proyectos se complementan, además claro de Art Basel Miami Beach al arte norteamericano y latinoamericano, en el sentido de que ha permitido acercarlo a Europa. Además de nuestro encuentro de museos con el Reina Sofía, este año se presenta en la Feria el Proyecto LALA, Latinoamérica-Los Ángeles creado por la Getty Foundation.

"Lo ideal sería un paseo por las galerías del 35 aniversario, luego los Solo Projects y la treintena de los solos y dúos del programa general"

-Siempre evita referir unas galerías en detrimento de otras. Pero quiero pedirle, por ser ésta una edición aniversario, ¿qué no se puede perder un visitante medianamente informado?

-Pues creo que lo ideal sería un paseo por las galerías del 35 aniversario, luego los Solo Projects y centrarse después en la treintena de los solos y dúos del programa general.

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