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Cultura

Aleix Saló: “Gente que trabaja en el ministerio de Economía ha venido a que le firme Simiocracia”

Aleix Saló vino a la Feria del Libro de Madrid para promocionar Simiocracia, su más reciente libro. Desde entonces, lleva una semana sin parar: firmas, entrevistas, presentaciones, chats con lectores. Y cuando parece que ha terminado y puede beberse una Coca-Cola a la sombra, aparece de la nada un periodista. Pero no pasa nada, él, que es un hombre educado, muy educado, no dice que no. Y venga a responder preguntas, otra vez.

Con apenas 29 años,  Aleix Saló se ha convertido en un "gurú económico" y eso le aterra. “Así estarán de mal las cosas...”, dice el autor de Simiocracia. “Cada vez que lo pienso, me dan ganas de salir corriendo de mí mismo”.

Modestia o no aparte, lo que sí es cierto es que la explicación que aporta Saló acerca de la crisis económica en Simiocracia ha captado la atención de muchos lectores, primero, por el vídeo promocional que, a pocas horas de haberse puesto a circular ya era trending topic, luego por el libro, donde Saló profundiza, a través del cómic, en conceptos que cuestionan política y económicamente un modelo de sociedad gobernada por líderes de poca mira.

“Saló: Tanto e libro como el video se posiciona contra la teoría de la conspiranoia”

Simiocracia retoma la idea y la estrategia de su primer libro de cómic editado en castellano, Españistán. Este país se va a la mierda (Glenat España, 2011), donde el caricaturista narra los desmanes de la burbuja inmobiliaria española (1996-2007). Simiocracia comienza justo en 2008, con el hundimiento de la inmobiliaria Martinsa Fadesa, y continúa, en clave socarrona, con el efecto dominó sobre administraciones públicas, cajas de ahorros e inmobiliarias y constructoras. “¿Es la crisis culpa de astutos villanos que gobiernan nuestro destino?”, se pregunta al final. Y concluye: yo soy más del principio de Hanlon: “nunca atribuyas la maldad a lo que puede ser explicado por la estupidez”.

Cuando el libro salió, a comienzos de abril, la hecatombe Bankia no soñaba en  ocurrir ni la prima de riesgo estaba como ahora, justo en los días de promoción del libro,  una situación que según Saló sólo puede asumirse con humor pero sin estupidez. “Hay formas de tomárselo –dice- La más sana es reírse y tomar distancia sin dejar de ser consciente o sin dejar de interesarnos, porque en todo momento trato de emplear un tono liberador pero que explica pormenorizadamente lo que está pasando”.  Lo que sí es cierto, y que parece inevitable para el propio Saló, es que hoy día todo este asunto daría para hablar de una "Europañistán".

“Aleix Saló: Sé que algunos profesores de secundaria han mandado a leer  el  libro"

De existir una tesis, la de Simiocracia es bastante poco indulgente y no hace falta que lo diga Saló en una entrevista para comprobarlo.  “Tanto el libro como el video se posicionan contra la teoría de la conspiranoia, que es muy simple, porque nos remite a la idea de una mano negra que controla nuestros destinos y no, no estoy acuerdo. Más que un plan malévolo u orquestado, creo que es que somos un sociedad en caos permanente y quienes son los encargados de llevar a cabo las reformas son unos ineptos, de ahí la metáfora del mono con corbata” .

Simiocracia lo buscan por igual jóvenes y profesionales adultos, jubilados y estudiantes de secundaria. Saló no esconde su asombro. “Sé que algunos profesores de secundaria han mandado a leer  el  libro y aquí en la feria,  han venido personas que trabajan para el ministerio de Economía a pedirme que firme el libro”.

El año pasado, Españistán fue recibido con muchísimo entusiasmo por los políticos socialistas, quienes blandieron el libro contra los populares y la administración de José María Aznar, quien aparecía criticado y caricaturizado en el libro. Este año puede, sin embargo, que a los socialistas no les haga tanta gracia. El asunto no es que no le preocupe a Saló; simplemente, es lo que hay. “Lo hice también un poco aposta, se me asoció en ese entonces a los socialistas por la crítica a Aznar pero yo lo que  intento es arrimarme a la sensatez  y en un momento, como dicen los ingleses, de infoxicación, intentar contar lo que ha pasado”.

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