La fábrica de Volkswagen en Navarra ampliará su plantilla para la fabricación del nuevo Polo

La nueva generación del Polo llegará al mercado con un pan debajo del brazo en forma de un aumento de las contrataciones en la fábrica navarra de Landaben, donde la dirección de la marca ha informado, en una reunión de la Comisión Sindical de Seguimiento, que se van a realizar unos 200 contratos fijos para afrontar el lanzamiento del nuevo Polo, 150 a corto plazo y 50 con fecha límite de diciembre de este año.

A la fábrica navarra del grupo alemán llegaron más de 10.000 solicitudes de empleo a través de la web de Volkswagen Navarra, 1.000 de ellas con aval de un trabajador, y se siguen recibiendo en torno a 200 peticiones diarias. En breve, previsiblemente a principios de junio, se abordarán los temas organizativos y logísticos para comenzar a realizar pruebas de estas solicitudes.

El sindicato de trabajadores de UGT ha expresado su "satisfacción" por ver desarrollados los contenidos de todos los pactos, desde el VIII Convenio Colectivo hasta el Acuerdo de Empleo, sin los cuales Volkswagen Navarra "no se encontraría en las cotas de aceptación que hoy se encuentra".

En cuanto a la producción en sí, se iniciará en junio y las primeras unidades del Polo llegarán a los concesionarios españoles a finales del tercer trimestre. Todo ello sin que aun se haya presentado de manera oficial la que será la sexta generación de uno de los utilitarios más exitosos en nuestro mercado, que mostrará una imagen evolucionada e influenciada en gran medida por su hermano mayo», el Volkswagen Golf.

Los cambios más importantes en cuanto a estética estarán concentrados en el frontal donde estrenará faros, una nueva parrilla, paragolpes y entradas de aire, para ofrecer un diseño algo más elegante sin perder la imagen deportiva que siempre le ha acompañado.

Pero más que estética, será sin duda a nivel tecnológico donde más evolucionará el nuevo Polo, que estará desarrollado sobre la nueva plataforma denominada MQB A0, desarrollada por el grupo alemán, y que ha sido usada por primera vez en el nuevo Seat Ibiza. Con esta plataforma, el nuevo Polo podrá ofrecer más espacio en el habitáculo y aumentar la capacidad de carga del maletero sin modificar en exceso sus dimensiones exteriores. También reducirá su peso, lo que, combinado con una nueva generación de motores, permitirá aumentar su eficiencia.