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Motor

Mercedes se estrena en el segmento pick-up con un Clase X que se fabrica en Barcelona

El frontal del Clase X respira diseño cien por cien Mercedes-Benz.

Nunca antes había tenido Mercedes un pick up en el mercado. Y eso que el fabricante alemán domina como pocos el segmento todoterreno con modelos como el Clase G. Pero para desarrollar su nueva Clase X ha tirado de la experiencia de un fabricante especialista en este segmento como es Nissan, y fruto de los acuerdos alcanzados ha recurrido a la nueva generación del Navara para desarrollar su propio pick up, pero ahondando, como no podía ser de otro modo, en el lujo y el equipamiento para lanzar un modelo sin duda muy peculiar.

Aunque comparte muchos elementos con el Nissan Navara, la marca alemana se posiciona, diseño aparte, con un equipamiento más abundante, un sistema tracción más avanzado que no está disponible en el momento del lanzamiento o motores de seis cilindros, poco habituales entre los pick-up.

El Clase X es el primer pick-up de Mercedes.

Y es que como continuación de los acuerdos firmados en 2010 por el grupo Daimler y la alianza Renault-Nissan, este nuevo modelos de la marca de la estrella supondrá un importante impulso para la planta de Nissan Barcelona, que asumirá con ello la producción de unas 120.000 unidades anuales. Desde la planta barcelonesa, el Clase X se fabrica en exclusiva para los más importantes mercados, como son el europeo, australiano y sudafricano. Más adelante, se producirá también en Argentina desde donde se distribuirá a todos los mercados sudamericanos.

No en vano en la actualidad, el país con la mayor cuota de mercado de los pick-up es Australia con un 14,1%, seguida de Argentina con un 11,6%. Por el contrario, en Alemania es solamente un 0,5%, en Gran Bretaña un 1,3%, en Turquía un 1,4% y en Rusia un 0,8%.

Mercedes quiere con el Clase X reinventar el concepto de pick-up, un mercado que según la marca se encuentra en un proceso de renovación en todo el mundo. Un concepto que ha dejado de ser solo un vehículo de carga y que goza de una creciente aceptación como turismo versátil para el uso mixto, profesional y privado. No hay más que ver su diseño exterior para ver en él los atributos que definen a cualquier otro modelo de la marca, sobre todo en lo que al frontal.

Por dentro el Clase X es similar a casi cualquier berlina de la marca.

Pero es por dentro donde sin duda el Clase X se desmarca del segmento. Diseño, colores y materiales reflejan la personalidad de Mercedes-Benz. Un habitáculo en el que no podía faltar una gran pantalla táctil central desde la que acceder a todo un mundo de funcionalidades y de telemática, como si de un turismo de lujo se tratara.

Grande, muy grande

Sus dimensiones son sin duda enormes. Mide 5,34 metros de longitud, 1,92 de anchura y 1,82 de altura, con una amplia distancia entre ejes de 3,15 metros y una superficie de carga de casi 1,6 metros de profundidad y más de metro y medio de anchura. El piso puede tener argollas y guías de fijación para llevar bien sujeta la carga. La altura mínima al suelo es 20,2 centímetros, distancia que se puede incrementar en otros dos centímetros si se monta una suspensión opcional. El ángulo de ataque es 28,8 grados (30,1 con la suspensión elevada), el de salida 23,8 grados (25,9) y el ventral 20,4 grados (22 grados con la suspensión opcional).

Ya está a la venta con un precio de inicio de algo más de 37.000 euros con un motor diesel de 163 CV de potencia y desde 40.000 euros con uno de 190, en ambos casos con tracción trasera. Para las versiones de tracción total, sube hasta los 40.700 euros en el primer caso y 44.200 en el segundo.

Motores que estarán disponibles también en el Nissan Navara, aunque para diferenciarse algo más a mediados de 2018 llegará un diesel de seis cilindros en V y 258 CV.

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