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Sociedad

La crisis española sigue estando de moda en EEUU: “Los escraches son el nuevo deporte rey”

La protagonista del reportaje, Josefa Vida (de verde) durante una manifestación antidesahucios en Córdoba

Josefa Vida (47 años) tuvo que cerrar la boutique que abrió en 2009 al no poder competir con los precios de las tiendas de ropa chinas. Había avalado cerca de 90.000 euros con la vivienda familiar. Su marido, Francisco Gea (49 años), perdió su último trabajo a jornada completa como pintor de casas en marzo de 2012. Hasta ahora había conservado un trabajo a tiempo parcial como guardia de seguridad, trabajando hasta 12 horas diarias, pero la empresa quebró hace pocos meses. Sufre un trastorno nervioso que le ha paralizado parcialmente el brazo derecho.

Francisco Gea Vida (21 años), el hijo mayor, abandonó los estudios en 2011 para poder contribuir en casa. Lo único que encontró fue un curro en el que recolectaba aceite usado yendo casa por casa. Conseguía unos 300 euros en negro, pero eso terminó hace un año. Le gustaría poder estudiar para ser guardia forestal, pero no podría mantenerse mientras tanto. Por último, Alejandro Gea Vida (19 años), acaba de terminar el bachillerato. Ha solicitado ayuda económica para poder estudiar Psicología en la Universidad de Granada. De momento se la han denegado.

Esta familia cordobesa, con sus cuatro miembros en paro, ha protagonizado un reportaje fotográfico en el diario estadounidense The Washintong Post que pretende ilustrar el día a día de muchas familias españolas afectadas por el paro y la crisis. “Da la sensación de que constantemente estamos luchando”, explica Josefa al conocido periódico. “Duele y te deja exhausto”. 

La familia Gea Vida aparece en más de veinte instantáneas de su vida cotidiana, en las que describen los problemas a los que se enfrentan a diario. "Cada día, Francisco Gea alterna la búsqueda activa de empleo con su activismo ciudadano en manifestaciones y escraches, una 'catarsis' que parece haber reemplazado al fútbol como deporte nacional en España", reza el artículo. 

La familia subsiste gracias a la ayuda de una tía, con la que tratan de hacer frente a los 600 euros mensuales que pagan por su hipoteca. Una situación que no saben cuánto durará. “El subsidio por desempleo de 450 euros se acabó en diciembre. Tras haber dejado de pagar sus tarjetas de crédito, los acreedores comienzan a tomar medidas legales”, explica el autor. 

En una de las imágenes, el matrimonio conversa con un conocido acerca de un posible trabajo. “El otro día comentaste algo sobre una oferta de empleo con un mayorista”, exclama Francisco Gea. “He traído mi currículo, el de mi mujer y el de mis hijos”. Por desgracia, le comentan que esa oferta ya ha sido cubierta.

Hace meses que la pareja ha dejado de entregar currículos en color en cada negocio de nueva apertura. Se han dado cuenta de lo inútil que resulta, especialmente dado el coste de cada copia. “Aun así, Francisco y Josefa siguen saliendo cada día de casa con la esperanza de encontrar una oportunidad para tirar adelante”.

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