Las universidades públicas madrileñas se unen contra la subida de tasas en grados y posgrados

Los decanos de las universidades públicas madrileñas han firmado una carta abierta en la que expresan su preocupación y desacuerdo ante la subida de las tasas universitarias en la Comunidad que preside Ignacio González, tanto en los estudios de Grado y Licenciatura como en los de Postgrado. Entre los firmantes se encuentran los decanos y decanas de la Universidad Complutense, la Autónoma, la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad de Alcalá.

Denuncian la subida “desmesurada” -de hasta el 200%- en el precio de los másteres oficiales en las universidades públicas madrileñas y la subida “desorbitada” de las segundas, terceras y cuartas matrículas en los estudios de Grado, “hasta tener el precio más alto de toda España”.

“Estas subidas imposibilitan a numerosos estudiantes su acceso a los estudios universitarios, en un contexto de recesión económica que se ha traducido en una sustancial disminución de los ingresos de las familias españolas, consecuencia de las políticas de recortes que desde mayo de 2010 se vienen aplicando”, reza el texto.

Los decanos apelan al principio de igualdad de oportunidades establecido por la Constitución Española para exigir mayor financiación pública y así tener “una universidad pública y de calidad al servicio de la sociedad, que no impida el acceso por razones económicas y de renta de los más capacitados”.

Además advierten de que estos precios provocarán la descapitalización de las universidades madrileñas, la desaparición de la cohesión social y la pérdida del liderazgo de estas instituciones a nivel nacional e internacional en la formación de posgraduados. Para apoyar esta idea, aseguran que durante este curso se ha producido una caída de entre el 15-20% en las matrículas en los másteres de investigación.

Consideran que la inversión en educación universitaria ha demostrado ser “la más rentable a medio y largo plazo por los retornos que crea a la sociedad y a los ingresos públicos”. “Mantener estas tasas provocará el deterioro de la calidad docente e investigadora de las universidades, con el consiguiente impacto negativo sobre la economía de la región”, concluyen.

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